DekuBaku 5

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Boys love//Omegaverse
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El porqué ese lindo Omega siempre parecía estar molestó con él ya no es un misterio, pues hace un par de días escuchó como el mejor amigo del rubio le contaba a su novia que Katsuki se había enamorado de cierto chico y que al no saber cómo comportarse solo lo evadía.

Ahora le presta atención a los gestos que hace cada que se encuentran, y era verdad, ya que a pesar de los gritos, sus mejillas se coloreaban de un tenue sonrojo y su olor cambia por un breve momento como si lo llamara.

Pensó que solo era algo normal, pero la actitud que tenía con los demás era totalmente diferente, así que se propuso conquistarlo.

Sonaba algo imposible, pero sabía que en algún momento podría funcionar.

En clases también tiene una pequeña chispa de aquel toque a Gardenias que solo lo podía oler él, ya que se sentaba a espaldas del Omega.

Poco a poco esas feromonas fueron despertando a su lobo quien cayó hipnotizado ante su aroma y ahora también era él quien se sonrojaba al tenerlo de frente.

Era tan hermoso, su suave piel, un cuerpo delicado y bien esculpido, y unos ojos rojos como una gema carmesí. Lástima que siempre alejaba a todos los Alfas que lo querían cortejar, pero Izuku no daría su brazo a torcer y menos ahora que habían quedado solos en el salón, Katsuki esperando al profesor y él anotando algo inexistente.

--Ahora sí me escucharás -dijo sin titubear el pecoso, no quería mostrarse nervioso.

--No tengo por qué, ahora lárgate de mi vista idiota.

El ambiente en el salón no era pesado, pero tampoco era el que esperaba el pecoso, por lo que libero un poco sus feromonas causando una reacción inmediata en el Omega, quien solo apartó la mirada para que no vea su cara enrojecida mientras sus dulces feromonas se hicieron presentes en el aire causando una mezcla exquisita entre los dos.

--Siempre hubo algo que me molestaba de ti -habló el Alfa mientras se acercaba al rubio- Nunca hablas de tus sentimientos, así que te preguntaré. ¿Es cierto que yo te gustó?

Katsuki se quedó de piedra ante esa pregunta. Para empezar, ¿Cómo se dio cuenta de ello?

--Deja de preguntar idioteces, ¡Tú jamás me podrías gustar idiota!

--¡Entonces por qué estás llorando!

--¿Qué? -dijo tocando su mejilla- Mentiroso, yo no...

Solo fue un descuido de su parte, pues al darse cuenta ya estaba siendo acorralado en la pared por el pecoso. Y jodidas sus feromonas que se alborotaron.

--Hueles increíble Kacchan, me gusta.

--Tú hueles del asco -mencionó para tratar de zafarse, pero el otro no lo dejo y su cuerpo tampoco colaboraba- Estúpido Alfa.

--Insultándome no conseguirás que me aleje -dijo antes de plantearle un beso en los labios, beso que fue correspondido por el rubio.

Al separarse se miraron un rato a los ojos.

--Eres un...

--Dilo -retó el peliverde.

--Me largo -dijo antes de tomar sus cosas y salir del salón con las mejillas completamente rojas y el corazón latiendo como Maldito Alfa.

Izuku no se podía creer lo que hizo, pero tampoco se arrepentía de haber besado y cubierto con sus feromonas al rubio, tal y como él lo hizo.

Por qué sí. El pequeño Omega sin querer lo marcó como su pertenencia.

--Igual solo tengo ojos para ti, Kacchan.

DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora