YamiGogo

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~Siempre has sido tú~

Prototipos // Confesiones

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Dato:
Yamikumo (prototipo de Izuku) tiene los ojos rojos y el cabello morado.

Gogo (prototipo de Katsuki) tiene los ojos de un verde esmeralda y el cabello rubio cenizo.

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--¡Por favor, acéptalos! -confeso en un grito atrayendo la atención de varios a su alrededor.

--No puedo -dijo el rubio cenizo con una sonrisa que confundió al otro- Estoy esperando chocolates de alguien más.

Diciendo eso Gogo se retiró, ya era muy cansado tener que rechazar a varios chicos y chicas que le querían confesar sus sentimientos.

Suspiró pesadamente cambiando su expresión por un semblante triste al ver como Yamikumo llegaba junto a la castaña. Rogaba que no la haya aceptado.

--Ya~mi~Ku~Mo~ -llamo mientras se acercaba para pasar su mano por el hombro del más bajo y riendo por los nervios que invadieron al más bajo- ¿Cómo estás, Yami?

--Ehh... Gogo-Kun, estaba hablando con Yamikumo -dijo la castaña, quien fue ignorada no solo por el rubio sino también por el pelimorado cosa que le molestó, pues quería preguntarle a su amigo sobre el trabajo que dejaron la semana anterior- Bueno ya me voy.

El pecoso no pudo evitar sonrojarse al tener al rubio encima. Gogo siempre ha sido así, pero luego de la conversación que tuvo con su amiga no pudo evitar ver al mayor con otros ojos y mucho menos sabiendo que le preparó chocolates para dárselos justo el día de hoy que es San Valentín.

--Imagino que muchas chicas ya se te confesaron, ¿Verdad, Yami? -preguntó el rubio, pues quería saber si aún tenía chance.

--De hecho no. Todas están detrás de ti.

--¿De verdad? Pues no las he visto -dijo poniendo una mano sobre sus cejas como si las estuviera buscando.

--Gogo, sabes que todos los años es así -dijo el pelimorado mientras quitaba el brazo del contrario para caminar un poco más a prisa.

--Pero no me interesan. -dijo firme al ver que de nuevo no llegaría a obtener nada del chico que le gusta- Yami, yo solo estoy esperando a alguien en particular, solo que creo que es un tonto y no se da cuenta de lo que estoy tratando de decir por venir con ideas deprimentes sobre su vida.

--No tengo ideas deprimentes -se quejó el oji-rojo mientras daba la vuelta, encontrando al rubio con una sonrisa de lado y las cejas levantadas.

--Ok, entonces el chico que me gusta no es un depresivo -dijo mientras comenzaba a caminar hasta quedar al lado del otro- Avísame cuando te des cuenta, Yami. Te veo en el salón. -dijo alborotando un poco su cabellera y adelantándose, pues la campana ya iba a sonar.

--¿Pero darme cuenta de qué? -preguntó Yamikumo para sí mismo.

Y como si de un rayo se tratase, su mente comenzó a atar cabos, haciendo que su cara enrojezca en un segundo.

--Él quiere que yo... -vio al rubio a lo lejos, caminaba más despacio de lo habitual, así que corrió para tratar de alcanzarlo- ¡Gogo! -gritó haciendo que el otro se detenga.

Tomo aire antes de sentir los brazos del contrario, atrayéndolo en un abrazo.

--Yami es muy lento captando indirectas muy obvias.

--¿En serio te gusto?

--Quieres que te lo demuestre -dijo con voz coqueta.

--No yo... Quiero decir... -se alejó un poco buscando la bolsa de chocolates que puso en su mochila para entregárselas en sus manos- ¿Aceptarías mis chocolates?

--Claro bobito -se agachó y depósito un casto beso sobre la mejilla contraria- Siempre los he esperado.

DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora