Drabbles

DekuBaku 9

~Corazones Rotos~

DekuBaku //Fantasía //Traición
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La ligera brisa del viento mecía tus cabellos dorados con delicadeza mientras tú observabas la hermosa vista que tenías desde lo alto de esta montaña.

Te veías tan majestuoso, tan bello e inalcanzable que no pude evitar el enamorarme de ti luego de todas estas semanas compartiendo experiencias junto a ti.

Me miraste a los ojos...

Los últimos rayos de sol que se reflejan en tus bellas iris rojas te dan un toque encantador.

--Gracias Izuku -me dijiste con una pequeña sonrisa y las mejillas algo coloradas.

--¿Por qué me agradeces?

--Por mostrarme que puedo confiar en ti, sabes que las criaturas mágicas tenemos que estar a la defensiva con caballeros como tú, pero eres diferente al resto. Tú me cuidaste cuando mi familia me dio por muerto. A pesar de tener cadenas que condenaban mi trágico final, tú mismo las quitaste para devolverme mi libertad en vez de llevarme a tu reino y a mi muerte segura.
Gracias por no dañarme.

Un amargo sentimiento creció en mí, pues sabía que todo había sido una farsa para ganarme su confianza. Soy un caballero leal que vino a acabar con el dragón que descansaba a las orillas del río. Soy un impostor que quiso darte seguridad para que no te apartes de mi lado y poder llevarte con engaños a un punto cercano para que te puedan emboscar. Soy un idiota que dio su corazón y todo lo que tenía para verte sonreír.
No era alguien digno de tan sinceras palabras.
No era alguien digno de siquiera desear su amor.

En serio quería escapar del reino junto a ti.

--Katsuki -te llamé con la voz temblorosa- Tengo que decirte muchas cosas y espero me puedas perdonar y comprender. Kats. Yo...

Tu mirada cambió de la duda al asombro y al voltear lo pude entender.

No se suponía que los demás caballeros nos dieran el encuentro en la cima de la montaña.

--No... -estaba aterrado.

--¡¡MENTIROSO!! -gritaste mientras extendidas tus alas para comenzar a alzar vuelo, ya que tus heridas sanaron, pero una gruesa red encantada se enredó en tu cuerpo haciéndote caer de lleno al suelo rocoso- ¡¡TE MALDIGO IZUKU MIDORIYA!! !TE MALDIGO Y ESPERO QUE MI MUERTE JAMÁS TE DEJE EN PAZ!

Todo sucedió tan rápido, ni siquiera me dio tiempo de moverme en cuanto el rey llegó montado en su caballo negro.

--Buen trabajo Izuku -me dijo mientras me entregaba una bolsa llena de monedas de oro- ¡Lleven a este monstruo al castillo! Sus cuernos y alas serán una hermosa decoración.

No quería ni verte, pero sabía que me odiabas con todo tu ser y me lo confirmaste en un desgarrador grito lleno de dolor.

Debí dejar que me matarás en cuanto tuviste la oportunidad.

--Lo lamento Katsuki.

Una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla, pues mi único amor yo mismo lo mate al traicionarlo.

No merezco ni siquiera vivir.