Estamos en el calentamiento para la gran final, como siempre estaba esa tensión, jugaba contra unas de mis compañeras del Barça y contra mi exnovia, Ona.
Empezamos el partido fuerte dando todo de nosotras pero en el minuto doce, Masi me dio una fuerte patada en la pierna. Intenté seguir normal hasta que Lucy me paró porque estaba sangrando demasiado.
La árbitra se acercó para valorar si podía seguir, mientras yo era un mar de lágrimas.
—No puedes seguir jugando. —dijo ella sería
—Que? Estás segura? No hay posibilidad? Porfavor necesito jugar...
—Lila... déjalo así. —habló Lucy
—No! porfavor, te lo suplico, déjame seguir, estoy bien porfavor. —supliqué inútilmente
—Sal del campo, no hagas esto difícil, que te revisen los médicos.
Salí llorando con los aplausos de la afición, me encontré cara a cara con Ona y me abrazó fuerte.
—Lo siento mucho... —susurró en mi oído
Una vez salí, el partido siguió normal y acabó siendo una gran victoria para España.
—Bueno Lila, ha sido una pena que no hayas podido jugar. —dijo una periodista
—Si la verdad no me dio tiempo a mostrar mucho de mi pero supongo que no puedo hacer nada.
—Toda la afición te ama mucho, siempre estas cantando y bailando con ellos, incluso durante los partidos.
—Bueno siempre intento divertir a la afición, y aveces los partidos se paran mucho así que encuentro la forma de seguir en movimiento.
—Y como se toma eso la gente?
—Pues las jugadoras ya están acostumbradas y algunas bailan conmigo, luego también hay gente que lo toma como una falta de respeto no sé.
—Hemos visto por primera vez que te hagan una falta no es así?
—Si, intento ir por el lado menos agresivo pero esto sigue siendo fútbol, igualmente trato de no tener malos rollos con ninguna jugadora.
—Como te sientes ahora que tu exnovia vuelva al Barça?
—Hombre pues es su hogar y espero que podamos recuperar esa química que nos hacía una dupla imparable a la hora de jugar.
Al acabar la entrevista Lucy vino a apoyarme mientras esperaba a ir al hospital.
—Joder que feo se ve. —escuché una voz, alcé la mirada y era Masi mirando mi pierna con Ona a su lado
—Se ve peor de lo que es la verdad. —decidí hablar
—No te duele? —preguntó Ona
—Me pusieron un sedante así que no lo noto mucho.
—Lo siento mucho te lo juro, no tenía intención de sacarte del campo, ni siquiera me di cuenta. —se disculpó la otra nerviosa
—Tranqui, a lo mejor os hubiera ganado si no me hacías esa falta. —bromee
Ona se acercó haciendo que Lucy y Misa se vayan.
—He visto tu entrevista.—habló y asentí con la cabeza. —Quiero intentarlo, otra vez, creo que a nuestra historia aún le falta mucho, pero entenderé si tu no quieres.
—Ona Batlle, claro que quiero, no digas tonterías. —ambas reímos y nos acercamos hasta juntarnos en un beso que demostraba el amor que nos teníamos guardado