Kit y yo estábamos paseando por las calles de Londres, habíamos tenido suerte y no mucha gente nos pidió fotos.
Era increíble estar con él, la forma en la que me hace reír, como me quiere, la atención que me presta, es todo lo que algún día pude soñar.
—En que piensas? —preguntó el sacándome de mis pensamientos
—En ti. —admití sonriendo
—Que hice mal?
—Como? Kit estaba pensando en lo maravilloso que eres. —me reí
—Oh, tu también eres maravillosa Sasha...
De reojo ví un perrito perdido, parecía un golden retriever.
—Aw que monada.
—Tu sí que eres una monada. —lo escuché hablar
—Hablaba del perrito Kit, mira, es precioso! Se parece a ti!
—Acabas de decir que me parezco a un perro?
—Al perro más mono de la historia.
—Me vale, quieres ir a acariciarlo? —preguntó y yo asentí con una gran sonrisa
No acercamos y estuvimos una hora jugando con el perrito, al final me tuve que ir por un problema en la cafetería de mis padres.
Al día siguiente por la tarde recibí una llamada de Kit invitandome a su casa a ver películas, obviamente accedí.
Cuando llegué subimos a su habitación pero antes de entrar me mando cerrar los ojos.
—Quieres matarme acaso?
—Claro que no, es una sorpresa, venga! —habló emocionado
Escuché la puerta abrirse y al mirar vi al mismo perrito de ayer con un collar. Una lágrima salió inconscientemente y salté encima de Kit.
—Gracias gracias gracias! Eres el mejor cariño! —agradecí y dejé un largo beso en sus labios
En definitiva, Kit Connor es el mejor novio de todo el planeta.