KookV || THE FARMER

023 PARTE I: El renacer. (nuevo)

⚠ Attention ¡!
El siguiente capítulo contiene narraciones explícitas de abus# infantil. Por favor abstenerte de leer si eres una persona sensible.

Miércoles 04 de Octubre.

Con frustración, Juwon entra a la camioneta tirando su saco de huesos en el asiento del conductor. Toma el volante con brusquedad, arremete contra el bonbín de arranque mientras sus manos tiemblan y sudan queriendo huir de ahí lo más rápido posible antes de que sus pies se atasquen en el lodo y mierda que representa esa tienda de manera figurativa.

Exhala e inhala profundamente hasta que su caja torácica se infla tanto que el vacío en su pecho se ahoga solo un poco, está sudando excesivamente porque el corazón le late en frenesí.

Hay un silencio mortal envolviéndolos a los dos en una burbuja negra, llena de toxicidad y enfermedad, pero cada uno concentrado en su propio infierno. Hacen bien el trabajo de ignorarse, sencillamente, ninguno tiene espacio para ocupar un solo pensamiento en el otro. El adulto crea un sonido horrible con los dientes de enfrente al mismo tiempo que aprieta el volante con odio avanzando por la carretera. En sus ojos hay grietas rojas y cristales llenos de ira corrompiendo la armoniosa monstruocidad de su ser; aquellas que no son provocadas por sentimientos inofensivos, sino son el resultado de la frustración de haber venido a un viaje sin retorno.

En tanto, se pregunta cuánto más esa mujer planea perseguirlo; cuánto más tendrá que perecer a causa de sus acciones pasadas.
Se percibe como un estúpido ingenuo por creer que si se encontraba con ella las cosas tendrían un cierre, un punto final con Myeong, pero en realidad ninguno había cambiado en nada, al menos no para bien.

El camino excesivamente largo fue difuso para el padre y el hijo. Llenó sus cabezas de cólera, y ninguno quiso dirigirse una sola mirada cuando llegaron a La Granja, cada uno encontró su propio sendero como siempre; tan alejados e inmersos en sí mismos.

A la primera hora de la mañana siguiente JungKook se encontraba realizando sus quehaceres matutinos, tanto la hambruna que sentía como la prepotencia de su padre seguían siendo iguales; el calor era insoportable y las personas se paseaban como almas viejas. Al menos sí había una mínima pero importante diferencia que residía en el rostro del menor, como el par de piel desplomada debajo de sus ojos sin brillo, sin una pizca de vida, su tono más pálido, pero sobre todo los movimientos más rígidos que hicieron que su padre le dedicara una mirada despreciable y un regaño de por medio porque le hacía perder tiempo valioso.

Juwon era incapaz de imaginarse que tal encuentro con Kim Myeong no sólo había sido una confrontación con él mismo y su pasado, era ignorante a la desdicha que a JungKook aturdía en ese momento debido a las acciones del despiadado hijo de Myeong.
Juwon quiso cerrar el capítulo con aquella mujer, y por eso, cometió el peor error de toda su vacía vida, implicando a su propio hijo y el futuro de La Granja.

Pero, "quizá no era para tanto", trataba de convencerse JungKook. Sin embargo, cosas de esa magnitud podían destrozar la poca sanidad que le quedaba, perturbarlo a fronteras muy delicadas de las que no se podría recuperar jamás.
Era cierto que el chico solía ser espectador de la violencia casi todo el tiempo, no obstante, había algo más traumatizante en la imagen de aquél conejo descuartizado, reflejado en los iris miel de ese otro niño, que los golpes constantes de Juwon. Algo más agónico que aún no podía dirigir.

¿Por qué no dejaba de sentir un hormigueo por todo el cuerpo cada que lo recordaba?

Tal vez no significaba nada, pero entonces la expresión de su padre al subir a la camioneta tan vacía y miedosa aturdía su mente, y con eso confirmaba que la visita a la ciudad había empezado algo tan grande como aterrador; una cosa que los sobrepasaba a ambos.