—¿Sabe bueno, TaeHyung? —. JungKook preguntó a sus espaldas, detrás de su oído con aquella voz escalofriante que le hacía temblar en su lugar, incapaz de levantar la mirada.
TaeHyung llora. Su vista siendo borrosa por todas las lágrimas que salen sin parar de sus ojos, los cuales están cristalinos y rojizos, irritados.
Ni siquiera se molesta en callar los alaridos que escapan de lo más profundo de su garganta mostrando su dolor. Sus dientes mastican la carne con frustración, sin embargo, la degusta. Su lengua hace una danza entre el exquisito manjar que JungKook ha preparado especialmente para él, y el maldito sabor de la culpa.
—TaeHyung, te he preguntado algo —. El conejo insistió, pero TaeHyung sólo golpeó la mesa con su puño haciendo un estruendo. Sus nudillos volviéndose blancos, denotando la fireza con la que apretaba sus dedos. Gimió con la boca llena, cerrando sus ojos y apretándolos con fuerza, se negaba a ver el plato que tenía enfrente, pero sus dientes rechinaban con cada mordisco, le recordaban lo que estaba comiendo.
Suda y su respiración errática no le ayudan a calmarse, cree que va vomitar en cualquier momento, pero es traicionado brutalmente por su cuerpo que se mueve por cuenta propia; toma el tenedor con sus tilitantes falanges y el cuchillo de metal a su izquierda, lo entierra en el trozo de carne perfectamente cocinado y lo rebana en un exquisito corte.
Entonces se lo lleva a los labios dónde le da una gran mordida. Mastica y su paladar se encuentra extasiado con la infinidad de nuevos y deliciosos sabores que nunca había encontrado en una pieza de carne animal.
JungKook por otro lado sonrió ladinamente, satisfecho con lo que estaba presenciando, especialmente porque había pasado toda la mañana en la cocina. Sin duda preparar un estofado con otro tipo de carne era más complicado; se tardó horas en sacar todos los nervios de aquella mujer, tuvo cuidado con arrancarle cada una de las uñas de las manos para que no lastimara la linda boquita de su TaeHyung. Y debe admitir que lo disfrutó en demasía, pues el vago recuerdo de ella tocando lo que le pertenecía hacía que una vena sobresaliera de su frente con total furia.
También tuvo complicaciones como que Jimin quería probar un poco, y al darle una negativa hizo un berrinche de dos horas. Y aún con todo eso, la cena finalmente estaba hecha, con una presentación magnífica.
Había algo que le molestaba. Estaba inconforme con que TaeHyung aún no lo hubiese halagado por sus increíbles habilidades culinarias. Esperaba recibir muchos cumplidos y ver la hermosa sonrisa de TaeHyung en su rostro una vez más.
¿En dónde estaba?
No lo entendía. Pero mantenía la soberbia en su sonrisa aún cuando tenía aquella máscara de conejo cubriéndole el rostro. Quería armarse de paciencia por una vez en su vida. No quería arruinar su noche, pero TaeHyung simplemente frotaba su cara con rabia y no dejaba de lamentarse una y otra vez. A este paso lo desesperaría, y todo el mundo sabe que nadie debe hacer enojar a Jeon JungKook.
—¿P-Por qué... ¿Por qué no puedes matarme de una puta vez? — TaeHyung habla cuando sus sollozos bajan de intensidad, casi en un hilo de voz, un susurro lleno de ira que afortunadamente JungKook logra escuchar. —Por favor —.Ruega mientras baja su cabeza, escondiéndose. Estaba al límite. Era un infierno estar en ese lugar. El hedor de la muerte y sangre le causaban asco. Cada que dormía las pesadillas lo atormentaban, veía cadáveres y las atrocidades que le hacían a las personas en esas jaulas. Se despertaba gritando y deseando querer morir. ¿Cuándo sería su turno? JungKook lo había mantenido hasta ahora con vida, pero TaeHyung estaba empezando a querer arrancarse la piel por el terror y ansiedad que sufría en la granja.
—No puedo más, JungKook, sólo mátame ya. Te lo estoy rogando, por favor... Por favor —. Más lágrimas de desesperación. Más agonía. Y más dolor en su cabeza, punzaba y emitía un sonido ensordecedor que le volvía loco.
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KookV || THE FARMER
Mystery / ThrillerTaeHyung emprende un viaje sin retorno a las afueras de la ciudad donde accidentalmente se encuentra con algo perturbador, JungKook, el dueño del lugar, no lo dejará irse hasta que todas sus obsesiones se sacien llevando a Kim TaeHyung a confrontar...