"El día que te encontré" LUCATHY

Cap. 12

Créditos de la imagen al respectivo autor.

<<Desde que te fuiste>>

Habían pasado años mágicos desde que Athanasia se había marchado temporalmente de la vida de Lucas como desde un inicio lo había hecho el con ella, había un hueco en la nueva vida que estaba formando en el proceso de adaptación a las nuevas tierras, y al hecho de que el gobernaba esos lugares tan extensos llenos de gente que creía en su buen juicio.

Nunca lo creyó, al inicio pensó que era una idea muy tonta de la mestiza de darle una lección con esa carta anunciando su salida a la tierra de los humanos con un próximo regreso inseguro, su molestia no podía evitarse, en algún punto había pensado en destruir la Ciudad Imperial para hacerla regresar, entendía que tal vez era su culpa por haberse comportado tan insensible ante los sentimientos de la dama, los cuales fue entendiendo poco a poco.

El pasar de los días eran duros, su ajetreada agenda impedía que el disfrutara de los lugares que quería volver a ver desde que se había marchado, era una tortura de aburrimiento en verdad, y lo peor era que ni siquiera tenía la carga de trabajo que su destino ejecutaba al día debido a la adaptación, definitivamente no era fácil controlar un Imperio solo, sin disfrutar, sin vivir.

—¿Athanasia volverá? —.

Habían pasado años, cuando de seguro para la contraria apenas algunos meses, no podía decir que se sentía solo porque tenía a su familia visitándolo, también a sus amigos que después de todo, volvió a ver a Cabel pasado un tiempo, tenía gente a su alrededor, pero el deseaba que ella estuviera con él.

—Por supuesto que si Lucas, ella lo prometió —.

—¿La vieron irse? —.

Los presentes estaban inseguros a que quería llegar el varón, ellos no sabían que el Emperador había mandado distinta gente en la tierra para buscar el rastro de la mujer de su vida, quería tenerla a su lado, aun sabiendo que eso era egoísta después de haberla hecho llorar según lo que el escucho del guardia Felix y su amigo ángel.

—No, no la vimos, majestad —.

En realidad, estaba más herido con el mismo, había alejado a Athanasia de los seres que la amaban ahí, no entendía si ella necesitaba espacio o encontrar algo más... alguien más, idea que lo asustaba mucho, él había dicho que no estaba enamorado de ella, pensando que dentro de sí solo cabía la imagen infantil de ella y su sufrimiento que atormentaba su alma, no la mujer en la que se había convertido y todo lo que había logrado por él, según ella.

—Majestad, ¿Le sucede algo? —.

Tal vez ese era el problema al final, se había aferrado a algo sin justificación, claramente no podía evitar aceptar los latidos de su corazón al recordar la noche en la que ella se marchó, su corazón estaba lleno de pasión y emoción convertido al terminar la velada en angustia y miedo de perderla, el único que no quería admitir que él estaba enamorado de ella desde que la volvió a ver y choco miradas con ella fue el, al parecer todos sabían de alguna manera que el gradualmente lo admitiría.

—Estoy enamorado de Athanasia —choco su frente contra el escritorio —.

—Wow... comenzaba a creer que haber renunciado a su majestad fue en vano —.

—¿Cuándo tendré espacio personal, Ijekiel e Illiana? —.

—Nuestra señora nos pidió cuidarte, eso es nuestro trabajo —recostó su cabeza en el sillón —Pero por fin, que lento —.

Lucas solo tenía en mente su adaptación que nunca se detuvo a escuchar su corazón, solo la voz de la obligación que para él era lo único que lo mantenía unido a ella, sin tener en cuenta que para empezar quien no se enamoraría de ella, y además para él nunca ha existido nadie más, su razón no lo comprendía, su corazón sí, pero era bastante tímido para aceptarlo.