DOS

4.7K 128 10
                                    

Contenido explícito

Ferran se entretuvo besando mi cuello mientras yo le quitaba el pantalón.

Se lo bajé y quedó en el suelo.

Sus manos no dejaban de manosear mi culo.

Que obsesión, por dios.

Noté cómo hacía marca en mi cuello y después volvía a besarme.

Entonces el se quitó los bóxer.

Quise morirme allí mismo cuando vi la longitud de su pene.

Me mojé lo suficiente como para saber, que si entraba en mi ahora mismo, estaría mas que lubricada.

Ferran no tardó en sacarme las tetas por encima del sujetador.

Las besó con salvajismo.

Después las mordió.

Mis manos tocaban sus definidos brazos.

Y quise volver a morirme allí mismo.

Ferran acercó su pene a mi intimidad, todavía cubierta por la fina tela de mi tanga.

Abrió mis piernas y deslizó la tela hacia un lado para después penetrarme.

Gemí en su oído.

El jadeó.

Comenzó a embestirme rápidamente y con mucha fuerza.

Mis pechos rebotaban mientras él los tenía puestos en la cara.

Gemí con ganas cuando envolví mis piernas en su cintura y la penetración fue más profunda.

- Oh dios, Ferran.

Gemí en su odio con gemidos de por medio.

Sus manos sujetaban mis caderas mientras me penetraba fuerte.

Tocaron la puerta del baño.

Nos negamos a abrir.

Me contraje, cosa que hizo que Ferran gruñera.

Después dio un par de embestidas más y se corrió.

Yo lo imité.

Ferran y yo nos miramos.

Después nos reímos.

Besó mis labios con posesión y me ayudó a ponerme bien el vestido.

No sin antes recibir un azoté del su parte.

Salimos del baño rápido para evitar ser vistos.

Cogió mi mano y nos sacó de la discoteca.

Después, llamé a Sira y la dije que no me esperaran.

Ella comenzó a chillar y me obligó a contarle todo con detalles mañana.

Ferran y yo paseamos por la playa.

Yo me había entonado un poco, pues ya no me sentía tan borracha.

El alcohol no me afecta, hermanas.

- Entonces, ¿estudias?

Asentí, mientras caminaba con los zapatos en la mano.

Me gustaba sentir la arena en los pies.

- ¿Y tú?

El negó.

- ¿Cuantos años tienes?

Le pregunté más que nada por curiosidad.

- Veintitrés.

Me quedé parada y lo miré.

- Yo veintiuno. Tienes la misma edad que mi hermano.

I was made for lovin' you +18 | FERRAN TORRES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora