UNO

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Barcelona

En cuanto llegué y pisé suelo español, mis amigas ya estaban como locas queriendo ir de allá para acá.

Me dejaron en casa de mis padres para que me preparara para la noche.

Nos íbamos a ir de fiesta.

Obviamente, no me negué.

Mis padres vinieron a abrazarme, igual que mi hermano.

Llevaba cuatro años haciendo la carrera en otro país.

Alemania era bonito, pero tampoco era mucho de mi gusto como para querer quedarme.

Finalmente, me había graduado y decidí volver a Barcelona para vacaciones.

Mis padres fueron a prepara algo para comer mientras mi hermano me ayudaba con las maletas.

Y si, digo maletas porque me gusta tanto la ropa, que no puedo vivir sin ella.

Cuando llegamos a mi habitación, millones de recuerdos llegaron a mi.

Todavía tenía mis posters de ABBA pegados.

Nico me ayudó a ordenar mi ropa en el armario y después me habló.

- Estoy muy emocionado por que conozcas a mi mejor amigo.

Cuando me marché, a Nico lo metieron en las inferiores del Barça.

Era su sueño en ese entonces y lo sigue siendo ahora.

Ahora jugaba en primera división.

Todos le admiraban.

El caso, es que siempre que hablábamos, me contaba sobre un amigo suyo, nunca me acordé del nombre, pues era un poco raro.

Muy bonito.

Pero raro.

Siempre me decía que quería que lo conociera.

- Yo también quiero conocerlo de tanto que me hablas de él.

Se rió.

Después de colocar todo, bajamos a comer.

Mi perro Chumchum corrió a abalanzarse sobre mi.

Era un gran dóberman.

Una amiga mía alemana me lo regaló por mi cumpleaños, entonces yo lo traje a España porque cuidarlo yo sola era imposible.

Hablamos, poniéndonos al día de todo.

Cabe recalcar, que soy muy curiosa.

El chisme es mi debilidad.

Así que os contaré algo.

Na, es broma.

Pero si me gusta el chisme.

El caso, es que después de comer, nos sentamos todos en el sofá y salió la conversación.

- Hoy voy a salir con las chicas.

Mi madre asintió.

Mi padre me miró con una ceja alzada.

- ¿A donde iras?

- A tomarnos algo, quizá me quede en casa de alguna.

El terminó aceptando.

Aun teniendo 21, mis padres eran muy protectores conmigo.

Estábamos tan tranquilos, hasta que se habría la puerta.

Los gemelos entraron corriendo y gritando.

I was made for lovin' you +18 | FERRAN TORRES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora