CAPITULO 13
Un silencio abrumador los separaba. Harry golpeaba el asiento copiloto con sus dedos, mientras Louis se concentraba en la autopista que se abría a sus ojos.
- Necesito parar. - le dijo él de pronto. Harry lo miró de inmediato. Esperaba en realidad otro tipo de conversación. Algo mejor y más intenso. Tal vez que hablaran de los dos.
- ¿Estás bien? - preguntó el, deduciendo que era lo más inteligente que se le había ocurrido preguntarle. Louis detuvo el auto, estacionándolo en un garaje cerca a una cafetería en medio de la autopista.
- Sí, sí... solo estoy cansado. - admitió él, sobándose los ojos. Había manejado tanto que pensó que se desmayaría en medio del camino.
Y volvieron a quedarse callados. Louis rompió el hielo por segunda vez.
- ¿Te molesta si nos quedamos a dormir aquí por hoy? - le preguntó. Quiso mirarlo, pero sabía que se distraería con sus bonitos labios, sus ojos, su nariz... y todo lo que le gustaba. Apartó la vista hacia el parabrisas. ¿Cómo es que podían estar tan fríos después de a verse dicho que se amaban?
- No... - negó el.
- Vale. - Louis abrió la puerta del automóvil e intentó salir.
- ¿Louis?
- ¿Mhn? - dijo con una pierna fuera del auto.
- ¿Te pasa algo conmigo? - le preguntó Harry, Se miraron de nuevo, por unas exuberantes milésimas de segundo.
- ¿Por qué lo dices?
- Nada...
- Estoy bien. - le afirmó Louis. Esta vez si logró salir del auto, abrió la parte trasera del auto y sacó la maleta improvisada de Harry. El también bajó del auto. De alguna manera se había cabreado por todo ese jodido berrinche que Louis estaba haciendo y ni siquiera sabía por qué. Pero si él no quería hablarle, entonces Harry tampoco lo haría. Tiró la puerta y se adentró a la cafetería. Louis siguió sus pasos. Por detrás la vista era mejor aún. Solo la cazadora de cuero que le cubría hasta los principios del muslo. Lo miró de espaldas caminar... se moría por adherirse a el y acariciar ese bonito culo que siempre había tenido y que él... había probado muchas veces. Se río. Harry se volteó al escucharlo.
- ¿Se puede saber de qué te ríes?
- ¿No puedo?
- Primero estás cabreado y ahora te ríes, quién te entiende Louis Tomlinson. - Harry lo ignoró y continuó su camino. Dentro, la cafetería se convirtió en un alboroto. Demasiada testosterona para un solo chico en bóxers.
Un silbido se escuchó desde las mesas más lejanas.
- Oye guapo... - gritaron desde al fondo. - ¿has venido así para mí? - y los demás hombres rieron.
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Secuestrado - Larry Stylinson - Tercera Temporada
FanficNo hables. No respires. Él está cerca, y apunto de seducirte de nuevo.