Reina de la Sangre (Worm/Castlevania)

7. Interludio: Investigaciones

N/A: Con suerte, esto no es demasiado confuso. De ahí la fecha y hora en que ocurren estos eventos.

4 de abril, 16:04

Madison Clements tuvo un día bastante deprimente.

No fue una sola cosa. Simplemente no había tenido un buen día desde la muerte de Taylor. Cuando se enteró del truco de Sophia y Emma, ​​su mundo entero se derrumbó. Puso un pie de plomo delante del otro mientras caminaba a casa.

La vergüenza la invadió cuando pensó en lo que había participado. Había disfrutado arruinarle el día a Taylor. Cada día. Robarle el trabajo, arruinar sus tareas, salpicarle jugo y refresco en la ropa y el cabello, dispararle bolas de saliva. Nada absolutamente doloroso, eso era más bien cosa de Sophia.

Sin embargo, mirando hacia atrás, si Taylor no hubiera muerto en ese casillero, las acciones de Madison probablemente la habrían ayudado a suicidarse. O vino a la escuela con un cuchillo o una pistola o algo así. Quizás por eso tuvo el infarto allí. Miedo y desesperación.

Sabía que había sido Sophia quien lo había hecho. Alguien más podría haberlo hecho, pero alguien más no se estaba enfocando en Taylor. Eran ellos tres. Cuando los tres se conocieron durante la semana en que Winslow estuvo cerrado por investigación y descontaminación, Sophia miró fijamente a Madison y Emma.

" Si la policía respira en mi dirección, obtendrás lo que obtuvo Hebert. Y eso es después de que pase por tu familia. Tu mamá, tu papá, tus hermanos, tus hermanas, tu maldito gato. Ya he manejado suficiente. que no mirarán en nuestra dirección si ninguno de nosotros habla de ello. Ahora toda esta mierda desaparecerá si tú simplemente. Cállate.

Llegó a la puerta de su casa y vio a la policía esperando, hablando en voz baja con su padre. Levantaron la vista y se enderezaron.

Su papá la detuvo. "No podemos entrar todavía, Madison. Alguien irrumpió".

La respiración de Madison se entrecortó. "¿Rompió en?"

Oh Dios, oh Dios, oh Dios. Sophia iba a matarla .

4 de abril, 23:45 horas.

La máquina era algo sencillo. No tenía mente propia, hacía simplemente aquello para lo que fue diseñado.

Hace veinte años, su trabajo necesitaba un laboratorio completo de especialistas para verificar una y otra vez los tipos de sangre para limitar las cosas a la mera posibilidad de que una persona sea padre de otra.

Hoy en día, los avances de la tecnología hicieron las cosas mucho más fáciles y sencillas. Este pequeño dispositivo, sin embargo, era un poco de tecnología Tinker, creado por un Tinker orientado a las computadoras con la apuesta de si su experiencia podría usarse en algo como esto. Tenía la capacidad de tomar cada cromosoma de una muestra, desenredarlo, almacenar la información digitalmente y compararla con otra muestra en seis horas para lograr una precisión total.

¿La razón por la que tomó seis horas? El Tinker estaba borracho en ese momento.

Aún así, a pesar de sus innobles comienzos, resultó útil en determinadas circunstancias. Zumbó y zumbó en el laboratorio del PRT, haciendo su trabajo. Terminó, finalmente se imprimió en una hoja de papel y se mostró en una pantalla pequeña.

Muestra 1: H, D

Muestra 2: H, T

Comparación de H, T con H, D. Relación paterna.

Probabilidad de error: 0,000000000143%

Incluso los dispositivos de tecnología Tinker eran imperfectos, aunque fuera ligeramente. Pero si pudiera sentir satisfacción, sería por el trabajo bien hecho.