Capitulo 4- Corriendo, si, corriendo.

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-Marina se ha ido corriendo- le dije a mi amiga, que había venido a verme a la librería.

Hace 1 hora o así había venido Luisita a la librería, a que le recomendara algún libro, y se creó una atmósfera rara, como de nervios, la verdad es que al estar cerca suya muchas veces me pongo nerviosa, y no entiendo porque si ni siquiera nos conocemos, pero es como si hubiera una conexión especial.

-Pero a ver, Amelia,- dijo mi amiga intentando entender la situación- corriendo, así sin pagar ni nada?

-Si Marina, corriendo así sin pagar ni nada- le dije sumándole más dramatismo a la situación- tú porque crees que se está fijando en mi?

-Porque conozco a Luisita y se como actúa cuando se pone nerviosa, y yo creo que tú le pones muy nerviosa- me respondió mi amiga haciendo que a mi se me subieran los colores, y sonriera como una tonta.

-Y tu que?- preguntó haciendo que mi cara pasará a una de interrogación- Si, que tú que, con Luisita digo.

-No Marina no, yo con Luisita nada- dije sabiendo que mi amiga no estaba muy convencida.

-Venga Amelia que nos conocemos, que también me dijiste que no, que tú con Sara nada y bien que luego le comis-.- empezó a decir mi amiga.

- Marina!!- le grité para que se callara- Primero: a Sara ni me la nombres
Y segundo: vale, si, puede ser que con Luisita sienta como una conexión especial pero no se si ella sentirá lo mismo y no me quiero ilusionar para que me pase lo mismo que con Sara.

- Bueno Amelia, tú piénsalo bien y ya está- dijo mi amiga queriendo cambiar de tema.

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- Pero, corriendo, corriendo, Luisi?- me preguntó mi hermana a apunto de explotar de la risa.

- Corriendo, si, corriendo, como una niña pequeña María- le dije totalmente seria.

-Pero sin pagarle el libro ni nada?- preguntó, haciendo que mi cara pasara de una seria a una de susto total.

- Ostia!!, que no lo he pagado!- dije empezando a agobiarme.- María que ahora encima he quedado fatal con ella.

-A ver pero que si lo que me has contado de la conexión especial y eso es mutuo yo creo que le habrá importado más que te vayas corriendo que no le hayas pagado el libro- hizo que yo me despreocupara un poco más- es que encima Luisi, vas tú, a decirle que te recomiende un libro y luego te vas corriendo.

-Ya lo sé María ya lo sé- hice mientras pasaba una mano por la cara como para despejarme- bueno, me voy a pagarle.
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-Hola...- se escuchó decir a Luisita al entrar a la librería.- mmm, que yo venía a-

-Bueno yo voy a ir yéndome y os dejo aquí hablando- dijo Marina antes de salir de la librería.

-Ehhh, que venía a pagarte el libro, que antes se me ha olvidado.- dijo ella con cara de vergüenza.

-No te preocupes- le dije saliendo de detrás del mostrador acercándome para que me diera el dinero.

-Lo siento mucho de verdad- dijo dispuesta a volver a irse.

-Luisita- la frené para que no saliera- ven por favor, vamos a hablar.

Ella se acercó a mi e inevitablemente se creó un aura extraña, muy similar a la que se había creado horas antes cuando le había dado el libro.

- De que tenemos que hablar- dijo ella nerviosa.

-Pues Luisita de que va a ser,- dije como con obviedad- de porque estás tan incómoda cuando estamos las dos solas. A ver, yo té caigo mal?

-Que! No, no, no- negó ella rápidamente- al contrario, a ver Amelia, yo sé que esto que voy a decir puede parecer raro, pero es que siento que hay algo especial entre nosotras, como una conexión, y yo ahora estoy muerta de miedo porque te estoy soltando esto aquí de repente después de haber salido corriendo y sin siquiera saber si tú sientes esto o algo parecido, a parte de que en el caso de que esto sea algo más de esta conexión serías la primera chica que me gusta o por la que siento algo más que una atracción, y ahora estarás pensando que vaya loca tienes en frente que te está soltando un tostón, sin saber absolutamente nada de ti.- terminó ella, respirando por primera vez desde que empezó a hablar, y haciendo que los ojos le empezaran a brillar por las lagrimas acumuladas.

- A ver Luisita, no, no pienso que estés loca porque yo también siento esa conexión- le dije acercándome un poco más a ella- es como si tengamos un hilo rojo atado al meñique, como el hilo del destino- dije volviendo a acercarme un poco más, dejando entre nosotras una distancia casi imperceptible, haciendo que a ella se le fuera la vista directa a mis labios.
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Estaba muy cerca, súper cerca a decir verdad, yo no pude evitar que mi vista se fuera directa a sus labios, eran perfectos, y que subiera a sus ojos, casi verdes, y que te absorbían con esa profundidad. Mis ojos volvieron a bajar a esa zona
y no pude evitar lanzarme a ellos. Fue un beso suave, sin más intención que disfrutar de sus labios, eran esponjosos y suaves.
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Luisita se había lanzado, yo le he correspondido el beso, era como pequeña, vulnerable, pero valiente, yo le correspondí el beso hasta que nos separamos, y en ese momento supe, que esto no iba a terminar aquí.

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⏰ Última actualización: Aug 16 ⏰

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