capitulo 3

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Estaba en un cementerio buscando una tumba de una persona muy querida no sabía quién era, pero sí sabía que era muy importante para mí, al no conseguirla pasaba a otro cementerio no se por cuantos pase, hasta que note que me perseguían comencé a correr escapando de aquellas personas entre en un almacén, por la oscuridad tropecé con una estantería y me di en el hombro derecho, aun así no me detuve, más adelante me di en la rodilla con una mesa y caí al suelo sin ver nada sentí como ellos me agarraron por la espalda con mucha fuerza intenté liberarme pero el que me tenía agarrada era sumamente fuerte con su brazo izquierdo sujetaba mi cuerpo y con el derecho tapaba mi boca y nariz con un pañuelo, sabía que no tardaría mucho en perder el conocimiento y así fue, al despertar estaba en mi cuarto pero aun me sentía inmóvil me tomo un tiempo poder moverme no me sorprendió ver la misma hora de todos los días en mi reloj, decidí olvidar esa pesadilla y agarrar mi teléfono para leer un rato.

Era domingo y con mis amigos habíamos planeado una piscinada en casa de Diana a las ocho de la mañana, todavía faltaba me comenzaría a preparar alrededor de las seis, la jirafa pasaría por mi a mediados de las siete y media, el libro estaba muy interesante trata sobre un secuestro a una chica de 17 años me sentía muy identificada con lo que sentía en ese momento.

Después de un rato desvíe mi atención del libro para ver la hora ¡ya eran las seis y media! increíble ese libro me había absorbido por completo pero debía dejarlo ya, tenía que prepararme para la piscinada, me levante de la cama y me puse mi traje baño favorito, era negro con detalles en un lila fuerte semi completo, mientras me miraba en mi espejo de cuerpo completo, note mientras acomodaba mi cabello que me costaba mucho subir el brazo derecho por un dolor en el hombro al inspeccionar más de cerca No encontré nada raro pero recordé ese momento de mi pesadilla donde me golpee con la estantería en el mismo lugar donde me duele horita me lo masajeé y me esforcé en poner mi mejor sonrisa para cubrir el dolor no quería arruinar lo que llevábamos semanas planeando me puse mi vestido de piscina ajustado de color morado y flores rojas sin tiras, salí de mi cuarto con un bolso que contenía una toallas, unos lentes, una cámara también iba a meter unos bocadillos que iba a preparar mientras que llegaba la jirafa. Ya en la cocina miré mi teléfono y eran las seis cincuenta, no me había tardado mucho en arreglarme.

Comencé a tomar los ingredientes cuando escuché que tocaban la puerta y fui a abrir era la jirafa, cuando me vio se estaba riendo lo analice antes de dejarlo pasar, después que estuvo adentro cerré la puerta y caminé a la cocina mientras me reía.

—¿De que te ríes bruja? —me pregunto mientras seguía sonriendo.

—¿quién es a esta hora? — escuché a mi tía preguntar desde su cuarto.

—La jirafa recuerda que vamos a casa de Diana —le respondí con un grito.

—Sigue sin responderme bruja —me dice con una mirada interrogativa sin desvanecer su sonrisa.

—Me río de que te hayas venido más temprano para intentar encontrarme arreglandome todavía pero no te funcionó y de eso te ríes tú —le respondo con una sonrisa mucho más ancha llegando a la cocina. Como no me respondía le dije —para que te sigas riendo me vas a ayudar a preparar los bocadillos.

—Es que acaso sabías que planeaba hacer esto —me dice tratando de ponerse serio sin éxito.

—Me lo imaginaba —le respondí mientras me encogía de hombros y me ponía manos a la obra.

—Después preguntas por qué te digo bruja —me responde entre risas. Poniéndose manos a la obra él también.

☆☆☆☆☆

Ya en casa de Diana disfrutamos un montón, nos tomamos Muchas fotos jugamos y nos olvidamos de todo los problemas, era un gran día hasta que fui a agarrar una jarra para servir jugo y se me cayó, el dolor del hombro me tenía sin fuerzas en ese brazo, en segundos ya tenía a mis amigos alrededor de mí preguntando que paso, la jirafa está a mi lado derecho mientras que Alexander y Diana estaban a mis espaldas me esforcé en ocultar mi mueca de dolor antes de voltearme para ofrecerles una disculpa.

EL MUNDO DE MIS SUEÑOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora