He pagado demasiado por esta casa

Cap 39

En verdad, Su Xing también tenía una caja de medicinas en casa. Varias veces en el pasado, Su Xing compró antiséptico rojo, desinfectante, gasa, etc., que se usaban para heridas abiertas. Pero por un tiempo se olvidó del ungüento antiinflamatorio para la hinchazón.

Independientemente de si el propietario tenía alguno o no, la próxima vez que fuera a la ciudad definitivamente compraría un ungüento. Después de enviar el mensaje de texto, Su Xing no esperó una respuesta y subió a hacer unos bollos pequeños.

Eran del tamaño del puño de un niño y venían en dos sabores. Uno era carne vegetal y el otro era carne y champiñones de oreja de madera. Los bollos eran blancos, redondos y deliciosos; incapaz de resistir. Su Xing comió varios a la vez y se sintió lleno. Preparó una caja para el tío Niu.

"¡Pequeño Amarillo!" El joven bajó las escaleras con sus panecillos y les dio el desayuno a los perros.

Hasta donde él sabía, muchas personas en el pueblo decían que no alimentaban a sus perros por la mañana para enriquecerse. ¿Qué clase de brujería fue esa?

El joven, que soñaba con hacer una fortuna, miró a los dos perros que comían y meneó la cabeza. Su Xing aprovechó que los perros comían bollos para subirse a su triciclo y salir por la puerta.

Eran sólo las ocho de la mañana y el aire de la montaña era fresco. El paisaje también era agradable de contemplar.

De vuelta en la ciudad S, Yu Feng acababa de despertar. Lo primero que hizo el hombre que durmió bien toda la noche después de despertarse fue revisar su teléfono. Efectivamente, había un mensaje de texto sin leer en su bandeja de entrada.

Las comisuras de su boca se elevaron ligeramente, pero se puso rígido después de leer el contenido del mensaje. "¿Te ha picado un mosquito?" Este no fue un asunto menor.

Los mosquitos en el campo eran más poderosos que en la ciudad. La hinchazón descrita en el mensaje de Su Chen probablemente se debió a un mosquito venenoso. No dudó en levantarse y revisar el gabinete de la sala en busca de medicamentos de uso común.

Encontró medicamentos para el estómago, pero ningún ungüento antiinflamatorio. Frunció el ceño, se cambió de ropa, cogió su cartera, su teléfono y salió a la farmacia. Todo el mundo sabía que las farmacias de la ciudad normalmente no abrían hasta después de las ocho.

En ese momento, la gente acababa de abrir sus puertas y todavía se estaban preparando. El rostro de Yu Feng no pudo evitar reflejar la ansiedad en su corazón. "Hola, por favor deja de barrer. Me gustaría comprar un ungüento para la hinchazón".

Después de comprar el ungüento, se apresuró a regresar. En el camino de regreso, le envió un mensaje de texto a Su Xing: [Tengo ungüento, ¿cuándo vendrás a buscarlo?]

En ese momento, Su Xing conducía por la carretera en su triciclo. Sólo vería el mensaje del propietario después de media hora como mínimo. El dueño de la casa era un hombre inteligente, cuando no notó respuesta, llamó directamente a Su Xing.

Esta vez Su Xing escuchó el sonido y rápidamente se estacionó al costado de la carretera para responder. "¿Hola?"

Yu Feng sostuvo el ungüento recién comprado y dijo: "¿Te duele la cara?"

Su Xing le tocó la cara. "Un poco de dolor, pero también picazón". Accidentalmente lo rascó y siseó.

"Entonces ven y ponte medicina". Yu Feng miró el ungüento y lo dejó sobre la mesa.

"Pero estoy afuera ahora mismo". Su Xing sostuvo su bicicleta. "Me pondré un poco cuando vuelva al mediodía".

¿Afuera? Yu Feng arqueó una ceja. "¿A dónde vas tan temprano?" ¿Estaba subiendo la montaña otra vez?