Reynabeth

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Annabeth observó a Reyna y no pudo evitar sonrojarse. El observar a la Pretora en las condiciones en las que lo hacía debía ser considerado como acoso.

Sin embargo, no podía evitarlo. Había algo que no le permitía quitar sus ojos del cuerpo de la semidiosa romana (y debía admitir que tampoco deseaba hacerlo).

La rubia soltó el aire que estaba conteniendo y salió corriendo de su escondite, cuidándose de que nadie la viera. Sintió vergüenza de sus propias acciones (que estaban siendo bastante imprudentes), y quiso esconderse en algún lugar donde jamás fuera encontrada.

¡Maldición! Ella tenía un novio que de verdad la amaba, y no tenía razones para fijarse en una mujer (y menos aún en Reyna).

Jadeó por la carrera, y se sentó en el suelo. Gracias al cielo nadie la había visto ese día (ni las semanas anteriores).

Suspiró y llegó a la conclusión de que era una maldita acosadora. Y, maldición, no quería cambiar su actitud con respecto a la Pretora.


Bien, esto es más es un drabble que un one-shot, pero intentaré alargar las historias de ahora en adelante(?)

Se despide,

Alexandra, la hija de Ares que escribe historias(?)

One Shots PJO/HOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora