El Hijo del Vacío (Male Reader x Fem!Collector)

La Reunion

Los exterminadores y los archivistas ya están listos para firmar el tratado, una vez que el tratado fue firmado por ambas facciones, los archivistas presentarían a la niña a los exterminadores.

A decir verdad la niña se sentía mas intimidada por la imponente presencia de los exterminadores, incluso eran mas altos que sus hermanos, y no seria mentira también que sus hermanos se sentían bastante abrumados por su mera presencia. Mientras los archivistas llevaban su característica túnica adornada de estrellas, los exterminadores llevaban un uniforme militar negro adornado de medallas, con sombrero y capa con sus respectivas hombreras, si había algo que resaltaba eran las hebillas de sus cinturones, en donde había una imagen de un agujero negro, sin embargo noto un patrón, y es el color del disco de acreción, este color variaba dependiendo del exterminador, además de que era el mismo color de los ojos y del aura que desprendía dicho usuario en su cuerpo, la mayoría era naranja, pero había otros de color blanco y azul, por no decir otros colores. A simple vista era bastante llamativo, pero aun así la coleccionista decidió esconderse detrás de sus hermanos durante toda la reunión.

Exterminador 2: Bien, ahora entregaremos a su escolta. ¡Destructor ven aquí ahora!

Muy a pesar del grito del exterminador, no parecía ver una respuesta, este iba volver a gritar el nombre del joven, pero fue interrumpido por una pirotecnia cubriendo totalmente la zona solo para mostrar a un joven, con una edad demasiada cercana a la de la coleccionista.

Destructor: ¡Abran paso al rey de reyes! ¡al dios de dioses! ¡al macho sigma! Decía el joven recién llegado mientras, hacia una serie de poses ridículas terminando con la pose del chad.

Todos los exterminadores estaban totalmente callados con sus miradas totalmente sombreadas, se podía notar una enorme tensión, esto era evidente su reputación de ser de los seres mas temidos y respetados se había ido por la borda. Los Archivistas estaban aguantando las ganas de reír, incluso a tal punto de taparse la boca y voltear a otro lado, claro evitaban reírse a toda costa por miedo a ofender a los contrarios. Desafortunadamente el silencio incomodo se convirtió en un momento de horror para los archivistas, cuando escucharon una leve risita detrás de ellos, era su hermanita quien se encontraba detrás de uno de sus hermanos mayores asomando su cabeza, había visto toda la escena. Esto no paso desapercibido por el chico que había hecho todo el espectáculo, rápidamente observo a la chica que yacía detrás de los archivistas con mucha curiosidad, esto se debía a que era la primera vez que veía una persona cerca de su edad y mas de otra especie. 

Mientras tanto atrás con los exterminadores:

Exterminador 2: ¡Solo tenias que evitar que hiciera un espectáculo, ahora somos el hazme reír del reino de los demonios! - Hablo uno con furia.

Exterminador 1: ¿Qué querías que hiciera? era bastante rápido e impredecible. Respondió el otro

Exterminador 3: Muchachos tranquilos, al fin ya nos desharemos de el. Tratando de calmar la situación. 

Mientras con los archivistas:

Los archivistas rápidamente aprovecharon la oportunidad de presentar a la coleccionista, al destructor. Ella se sentía un poco incomoda con la presencia del chico, pero sus nervios creció aun mas cuando el chico se acerco demasiado a su cara para analizarla, era alto comparado con ella, además parece que encorvo su espalda para estar cerca de la cara de la hija de las estrellas, era un contraste bastante grande como la ropa de la chica era una pijama de cuerpo completo, una vez mas comparado con el chico que estaba uniformado, 2 estéticas completamente distintas y que se contrarrestaban mutuamente pero de alguna manera parecían encajar en cierto aspecto. El destructor pudo notar a sus hermanos discutir detrás de el, por lo que giro la mirada a hacia ellos, la coleccionista rápidamente volteo hacia sus hermanos, dando una mirada de que debía hacer, pero solo recibió un encogimiento de hombros por parte de sus mayores. El silencio ya era bastante incomodo así, que la coleccionista decidió romper el hielo.