El Shinigami de rojo [DISCONTINUADO]

Capitulo 10

"Y bien... ¿Vas a explicar que diablos significa esta carta?"

Ichigo Kurosaki pocas veces se enfurecía de la forma en que estaba el día de hoy.

Cuando algo le irritaba era alguien que iba directo a la violencia; no preguntaba, no cuestionaba, solo golpeaba.

Pero hoy...  Su ira era tan grande que debía de pedir una explicación antes de destruir todo a su alrededor. 

Y el foco de esta rabia no era nadie mas que Rukia Kuchiki, quien solo podía mirar hacia abajo entre avergonzada, nerviosa y depresiva.

"Ichigo... si hice esto es por-"

"¡NO QUIERO NINGUNA EXCUSA!"- Ichigo ya no es capas de retenerse. Explota con furia, viendo a la figura de Rukia encogerse. -"... Solo dime, ¿Qué diablos querías decir con esto?"

De sus manos aparece una carta bastante arrugada. La Shinigami observa con lamento la carta, pensando que le tomaría mas tiempo a Ichigo el descifrar el mensaje... 

Por alguna razón tenia en su mente la imagen de un Ichigo idiota, pero sorprendentemente resulto ser bastante listo.

"Vamos vamos, no es necesario ponerse así Kurosaki-san. Primero cálmate antes de que podamos escuchar lo que tiene que decir, ¿Qué te parece?"- Urahara intentaría aligerar el ambiente mientras observaba el intercambio entre ambos.

El Ex-Shinigami había tenido una noche de paz, preparando a su vez todo lo necesario para entrenar a Ichigo una vez perdiera con el Shinigami capitán que vendría a llevarse a Rukia. Posiblemente tendría que preparar el lugar para que el Shinigami sustituto pudiera recuperar sus poderes una vez su Saketsu[1] fuera destruido. 

Era solo una alternativa, pero estaba casi seguro que sucedería...

O eso se supondría. ¿Por que diablos Rukia aun seguía aquí, e Ichigo estaba regañándola en su forma de Shinigami? 

"Ahora, señorita Kuchiki. Estoy seguro que tiene algo que decir frente a... Esta carta, ¿No es así?"- Con calma se dirige a la teniente, quien alza su mirada dócilmente.

"... No es de su incumbencia."

Un fuerte sonido resuena por toda la habitación. La pared antes completa ahora era decorada por un fuerte hueco, regalo del Shinigami sustituto. -"Kurosaki-san, quisiera pedirle que por favor no destruya mi tienda."

Ichigo llego a su limite. ¿No se supone que ambos se tenían confianza mutua? ¿Por que se negaba a hablar? ¿Era realmente tan importante eso como para no atreverse a decírselo a un amigo?

"Dios mío... Esto saldrá bastante caro de reparar."- El hombre de zuecos intenta aligerar el ambiente con una queja de tono jovial. El chico chasquea su lengua con frustración, ¿En serio debía de hablar así en este momento?

 "Tienes razón, yo... Lo lamento, luego pagare por eso. Solo necesito aire."

El adolescente camina lentamente hacia la salida. Da un ultimo vistazo hacia Rukia, quien se niega a mirarle a los ojos. La habitación cae en un profundo silencio una vez el Shinigami sale del cuarto sin dirigirle ni una sola palabra mas. 

"... ¿Por que no le dices la verdad?"- Urahara cuestiona, con su cara cubierta por su abanico.

La shinigami del hielo no responde. -"... Si ya sabes lo que sucede, ¿Por que no se lo contaste tu?"- Rukia no era estúpida. Por la forma en que actuaba el misterioso hombre era evidente cuan enterado era de la verdad. -"¿Hm? ¿De que estas hablando?"- ... Aun cuando intentaba pasarse de inocente con esa estúpida sonrisa.