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_________ K A T S U K I ________

Por fin...

Casi llego a casa de mis padres, ¿Como mierda les diré esto?

Seguro que seré una decepción para ellos. Y peor cuando se enteren que no le he dicho la verdad a Shot-... Todoroki.

—nos vemos Bakugō.

Y así se fueron dejándome en la puerta de mis padres.

«Katsuki no seas un puto cobarde.
Cabron abre la maldita puerta... ¡Está frente a tí!... ¡Ábrelo carajo!.»

No puedo... No quiero.

Mierda, me he hecho el fuerte frente a los demás, pero ahora ya no puedo.

Solo quiero encerrarme y llorar.

«pero mi habitación está cruzando la puerta»

Es lo que pienso y abro la puerta de un golpe, la cierro y corro lo más rápido que puedo.

Subo las escaleras y me encierro en mi cuarto.

Ya dentro, me arrastro contra la puerta y caigo sentado en el piso.

Subo y abrazo mis rodillas enterrando la cabeza en ellas y comienzo a llorar y desahogarme, pero no pude hacerlo por mucho pues recordé algo.

Al entrar y correr. Lo hice tan rápido que apenas recuerdo lo que vi al entrar.

En la sala están mis padres sentados, charlando y tomando café con...
¡Mierda!

_______ M I T S U K I ______

Por la mañana los padres de mi querido shoto, el novio de mi Katsuki, nos avisaron que vendrían de visita.

Este es el momento para decirles que pronto seremos abuelos, estoy tan nerviosa.

Se que Katsuki me dijo que sería una sorpresa, pero no sé lo diremos a Shōto-kun, así que está bien.

El día en que Katsuki me llamó diciendo que se sentía mal me asusté mucho, pues él no es mucho de enfermarse y si lo hace no es muy grave como para llamarme en la madrugada.

Tomé mis cosas y salí de la casa. Fuimos al hospital y le isieron una prueba de sangre, no tardaron mucho en darnos los resultados y entonces toda preocupación y angustia se fue como el aire y fueron reemplazados por una gran felicidad.

Mi Katsuki estaba en cinta, pues él y yo ya sabíamos que era un bello doncel y eso me alegro mucho, pues de una u otra manera sería abuela.

Ya sé que mi niño es un rudo, gritón, egocéntrico y muy explocivo chico, pero cuando me presento a Shōto-kun como su pareja, dije: este niño de ninguna manera le hace de pasivo.

Ya empecé a rezar porque no me rompan a mi Kats.

Y por lo visto no me equivoqué.

Él niño, que ya no es niño, se quedó pálido y no es para menos.

Le dije que era una gran noticia y que debía de estar muy feliz, pues ahora tenía a una hermosa vida creciendo en su interior, que era fruto del amor que se tenían él y Shōto-kun.

Pero como era de esperarse, él mocoso estaba asustado, muy asustado.

Me pidió que no dijera nada, que sería una sorpresa, se lo dijimos a Masaru y este casi se muere de un ataque cardíaco.

Pero si se lo decimos a los padres de Shōto-kun, no creo que sea un problema.

Din-don.

Huy, ya llegaron... Que emoción.

NO LO MERECES¹ [Todo•Baku]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora