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– hey, Fuyumi... – Mina tenía una duda horrible y necesitaba saber la verdad, la nombrada se giró y le puso total atención – ... He oído algo... Y quiero saber si es verdad.

– Claro, te escucho... – Fuyumi le sonrió amablemente.

Mina dudo un poco, pero no sé quedaría con la duda.

– supe... que Todoroki va ha casarse – Mina uso un tono serio – oí a Momo y Toru hablando sobre los planes de la boda.

La albina no pudo responder, pues un fuerte ruido de jarrones rotos inundó la casa.

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Katsuki dió la vuelta cerrando la puerta corrediza transparente del jardín.

Camino unos cuantos paso y justo a una esquina de entrar en la sala donde estaban los demás escucho la conversación.

– supe... que Todoroki va ha casarse... oí a Momo y Toru hablando sobre los planes de la boda.

El rubio dio unos rápidos y tambaleantes pasos hacia atrás, chocando con las mesas y jarrones que estaban ahí, tropezó y calló.

Olvidó el dolor que su corazón sentia y solo pudo pensar en su bebé.

El vientre le dolía mucho, la espalda baja y caderas.

Todos corrieron a asistir a Bakugō.

Ya en plena carretera Enji era un asesino al volante, conducían al doble de velocidad, que la vez pasada, y obviamente nadie se atrevía a detener o regañar al ex número uno.

Llegaron al hospital, bajaron a Katsuki en camilla, todo era un completo caos.

– ¡Preparen la sala de partos!... – ordenó la doctora de Katsuki, la que seguía el historial médico de él y su pequeño.

– ¡no!... – Katsuki grito a todo pulmón, estaba aterrado – ¡No quiero!

– Katsuki... No hay tiempo – la doctora también temía por el niño pero si perdían más tiempo, los dos se ponían en peligro.

Katsuki se negó rotundamente y no podían conversarlo con calma, cada segundo valía.

La sala de partos estaba lista, pero Bakugō estaba más que asustado, se moría de miedo y el dolor era más y más cada maldito segundo, pues él estaba en una habitación y se negaba a salir de ahí.

– Katsuki, pequeño, debe ser ahora... – la doctora seguía insistiendo.

– ¡No!... No quiero... Es muy pequeño

– Katsuki, conoces los riesgos al igual que yo... – la doctora le diría la verdad, los pros y los contras – y si sigues negándote los contras aumentan cada vez más.

El rubio apretaba la mandíbula por el nerviosismo.

—Escúchame, la condición del niño es muy buena, su desarrollo a sido muy rápido, si nace ahora sus probabilidades aumentan, pero si seguimos esperando todas esas posibilidades y esperanzas se van asiendo nulas.

– lose per-... ¡Ahh!... – las contracciones se hacen cada vez más insoportables, es un milagro que Katsuki aún este aguantando.

– Pequeño, tu cuerpo se prepara para un parto natural, y en estas condiciones es lo que no podemos permitir. Tu parto debe ser cesaría si o si... O sino no podrás aguantar y los dos terminaran... Quizá tengamos que decidir... Si tú o el bebé.

– No... Si eso pasa quiero que mi bebé sea el que viva... Yo no... – Katsuki murmuraba.

– No... No decidiré, nadie lo ara, todo saldrá bien, los dos terminaran siendo madre e hijo, para siempre.

NO LO MERECES¹ [Todo•Baku]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora