Capítulo 8:

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Cenaron todos juntos y ivan conociendo un poco mas a Dámaris, ya que de ahora en adelante vivirían todos juntos, terminado de senar, Teodora, Xóchitl y Dámaris fueron a su habitación, tenían que acomodarse ya no eran tres sino que ahora eran cuatro en una habitación y solo habían dos camas.

-Xóchitl: Teodora tendrás que dormir con Dámaris, hasta que podamos fabricar una cama para ella, yo no puedo por que duermo con Yali, espero que comprendas.

-Teodora:esta bien no hay problema.

-Dámaris: gracias por dejarme dormir contigo.

-Xóchitl:yo ya me tengo que ir a preparar la cena del patrón, antes de que se enoje.

-Dámaris:¿Quien es el?

-Xóchitl:el patrón es la persona que te trajo aquí.

-Teodora: Xóchitl le lleva el desayuno y la cena todos los días.

-Dámaris:¿Dejaras a la bebé?

-Xóchitl:si, la dejaré dormida para que no llore cuando me valla.

Yali se quedo dormida y Xóchitl la coloco con cuidado a la cama para no despertarla, la tapo asta el cuello y salió de la habitación sin hacer ruido.

En la hacienda

Xóchitl coloco las leñas y empiezo a cocinar, teniendo todo listo, se dirigió a la habitación de Leo, la habitación era oscuro, sino fuera por esas dos velas, en la habitación no se podría ver nada, como siempre Xóchitl dejo la bandeja en la mesita que estaba serca de la cama de Leo.

-Leo:¿Ya despertó la nueva?- comiendo.

-Xóchitl:si, está descansando.

-Leo: mañana comenzará a trabajar con ustedes, tendrás que explicarle cómo son las cosas aquí.

-Xóchitl:esta bien, mañana temprano le explicare.

Leo termino de comer de comer y Xóchitl le alcanzo una taza de té, era para calmar el dolor de cabeza que tenía, la otra noche noto que también tenía un poquito de fiebre así que le agrego otras plantas medicinales eso lo aria dormir en un ratito, tal vez tenía esas molestias por que todavía no se acostumbra a los fuertes poderes que tiene ahora. Terminado de tomar el té Leo se recostó en la cama, Xóchitl sabía que tenía que hacer ahora, tenía que hacerlo por sus amigos y por Yali ,era divertido para Leo ver la cara nerviosa de Xóchitl que trataba de disimular. Le había pedido que se quedara todas las noches, solo para ver cómo luchaba para no estar nerviosa, era incomodo tener que ir a su habitación todas las noches, tenía que estar con el hasta que se quede dormido, hoy tenía que hacer lo mismo.

-Leo:¿Por qué no me dejas embotellar a esa bebé?, te quitarías una carga- recostado en su cama.

-Xóchitl: Yali no es una carga para mi, no tiene que pagar las malas acciones de su madre- sentada a un lado dándole unos suaves masajes en la cabeza.

-Leo:tu y tus amigos la ban a poder cuidar y querer pero las demás personas no, ira creciendo y se dará cuenta de eso.

-Xóchitl: aunque eso pase yo siempre la cuidare, desde ahora yo seré su madre y la cuidare con mi vida.

-Leo: bueno, tu ya decidiste.

Leo tenía razón, las demás personas no la iban a querer, nadie sabía cómo había llegado Yali al inframundo,solo sus amigos sabien eso, un niño o una niña, sin padre o madre le tocaba la vida dura pero Xóchitl aria lo posible para que Yali no sufra por eso.

Xóchitl salió de sus pensamientos al escuchar un ronquido, Leo se había quedado dormido, Xóchitl se sorprendió porque nunca había escuchado a Leo roncar.

Corazones heridos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora