Capítulo 14: Abrazo

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A la media noche

Leo se despierta en la noche y ve a Yali acurrucada en sus brazos y a Xóchitl dormida en el otro extremo de la cama, quiso apartar a la bebé pero abandono esa idea al verla dormir como un angelito, no se sintió molesto, al contrario, se sintió ¿feliz? Era un sentimiento cálido, diferente a lo que sentía por Xóchitl igualmente no sabía que era lo que empezaba a sentir por ella.

Xóchitl se despierta asustada al no sentir en sus brazos a Yali ya que siempre se dormía acurrucar en ella, se levantó de la cama y empezó a revisar si se había caído al suelo, eso hubiera sido mejor para ella que ver en dónde estaba durmiendo su pequeña.

-Leo:¿Por qué te asustas florecita? -dijo en un tono burlón.

-Xóchitl: perdóneme patrón no vi en qué momento mi hija se fue con usted -dijo asustada- si quiere nos podemos retirar pero por favor no le haga nada.

-Leo:deja de decir esas cosas y vuelve a dormir -dijo con un tono serio pero no molesto.

Xóchitl dio vuelta alrededor de la cama hasta llegar donde Leo.

-Xóchitl: me la llevaré para que no lo moleste -acercándose a la bebé para llevársela.

-Leo: no hace falta eso ella está durmiendo muy a gusto, no la despiertes -tapando a la bebé hasta el pecho con la frazadas y con los brazos afuera.

Xóchitl volvió a su lugar y se metió a la cama.

-Leo:acércate a nosotros, no creo que a la pequeña le guste ver que no estás cerca de ella cuando se despierte.

En eso Leo tenía razón a Yali no le gustaba dormir sin ella y si se despertaba y ella no estaba empezaba a llorar y estando cerca del patrón no era buena idea, así que Xóchitl no tuvo otra opción más que acercarse a él para dormir cerca de Yali.

Al día siguiente Xóchitl se despierta temprano ya que tiene que volver a la casita, al girar la cabeza ve a Leo y a su pequeña aún dormidos, al ver eso Xóchitl sonrió inconscientemente luego de observarlos por unos segundos se levantó de la cama y se acercó a Leo para revisar si la fiebre ya le había bajado y efectivamente ya no tenía, en el momento en el momento en el que Xóchitl estuvo a punto de apartar la mano de la frente de Leo este la tomó de la muñeca acercándola a el quedando sus rostros muy cerca.

-Leo:¿Que es lo que estás haciendo? -mirándola a los ojos.

-Xóchitl:nada patrón, solo revise que no tuviera fiebre -un poco asustada.

-Leo:¿Enserio?

-Xóchitl:si.

-Leo: supongo que quieres ir con tus amigos, así que ve y vuelve - soltando la.

Yali igual había despistado y vio a Xóchitl muy cerca del patrón, pero por suerte no entendía lo que estaba pasando. Xóchitl alzó a la bebé y salieron de la habitación de Leo.

Llegó a la casita sin que nadie se de cuenta, todavía nadie se había despertado y eso era bueno, entró a la habitación de ella y sus amigas, vio a Teodora dormida boca abajo con un pie colgando de la cama y sus brazos extendidos ocupado toda la cama. Por el otro lado Damaris parecía que estuviera soñando por que empezó a dar unos leves puñetazos al aire y a hablar cosa que Xóchitl no entendió ni una palabra.

Luego de unos minutos Dámaris despertó y se dispuso a preparar el desayuno.

Ese día Leo no salió, decidió quedarse en la hacienda porque necesitaba revisar cómo habían avanzado sus trabajadores con las cimbras.

-Leo:¿Terminaron con los maizales? - caminando.

-Rosendo:si patrón, hoy comenzarán con la cosecha de uvas para la elaboración de vinos.

Leo no solo se había quedado para inspeccionar sus tierras, también tenía planeado hacer algo.

-Leo: eso lo haran mañana, por hoy día que descansen, diles a todos que descansen.

-Rosendo: como usted ordene patrón -dijo retirándose del lugar.

Rosendo quería preguntarle el motivo pero dejo esa idea, sabía que el patrón odiaba las preguntas y era mejor no hacerlo enojar o le daría un castigo y eso era lo que menos quería.
Todos estuvieron felices con la noticia ya que desde que llegaron a ese lugar, no habían descansado ni un día y tener un día de descanso los ponía felices.

En la casita

El grupo de amigos se encontraban en sus cuartos aprovechando su día de descanso, ya que no sabían cuándo tendrían otro día así, por otro lado Xóchitl estaba sentada en su cama viendo como las calaveritas jugaban con Yali, hasta que se acordó que tenía que volver a la hacienda, rápidamente se levantó, agarró a Yali y salió de la casita sin decírselo a sus amigos.

En la hacienda

Al llegar a la hacienda Xóchitl sentó a Yali en una silla y empezó a sacar los ingredientes para hacer el atole con tamales, necesitaba terminar lo más rápido posible, antes de comenzar agarró un balde y se dirigió rápidamente al pozo, dejó a Yali en la cocina ya que no podía llevarla a ella y traer agua. Al llegar al pozo Xóchitl sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo como si alguien la observara ,no le tomó importancia así que siguió sacando agua del pozo, cuando se dio la vuelta para regresar a la hacienda se encontro con Leo parado frente a ella mirándola fijamente, Leo no decía nada solo estaba ahí parado, Xóchitl dio un paso atrás por el susto, al ver que no decía nada solamente lo esquivo y pasó sin pronunciar ni una sola palabra

-Leo:¿A dónde vas? -sin voltear la mirada.

-Xóchitl: regresaré a la hacienda patrón -teniendo sus pasos.

-Leo: se ve que ese balde está pesado déjame ayudarte -quitándole el balde a Xóchitl.

-Xóchitl: no es necesario que haga eso yo puedo hacerlo sola.

-Leo: no seas necia y deja que te ayude.

Leo llevó el balde hasta la cocina de la hacienda y lo dejo ahí, Xóchitl no podía creer lo que había pasado era la primera vez que Leo la quería ayudar, ella jamás esperó eso de él, dejo de pensar en eso y se dispuso a preparar el desayuno. Cuando Xóchitl terminó cargo a Yali en la espalda y llevó la bandeja con la comida a la habitación de Leo, como siempre tocó la puerta antes de entrar esperando la respuesta de Leo.

-Leo:pase.

-Xóchit:le traje su desayuno patrón - colocando la bandeja encima de la mesita.

Leo alcanzó a ver a la pequeña Yali en la espalda de Xóchitl, era una bebé tranquila y sanita, sin alguna herida, él poblano supuso que era por que la muchacha le daba ese amor y cuidado que su madre no le hubiese dado, y Xóchitl aún sin saber de dónde vino esa pequeña, la cuido y protegió, eso demostraba la bondad de la chica.

-Leo:se ve que cuidas muy bien de esa niña -sentandose en una silla.

-Xóchitl:si, es una bebé y necesita cuidados.

-Leo:en eso tienes razón pero no esperaba que creciera -dandole un sorbo al atole.

Mientras Leo desayunaba tranquilamente Xóchitl aprovechó eso para que arreglar la cama de Leo, hoy tenian día libre y no planeaba deja sucio la habitación de Leo.

-Leo:te cansaras si cargas a la bebé mucho tiempo puedes dejarla en la cama.

-Xóchitl:esta bien -acepto con recelo.

Xóchitl se descargó a la bebé y la dejo en la cama, cuando se dio la vuelta Leo estaba muy cerca, esto la asustó pero se mantuvo firme, Leo se acercó más a Xóchitl y la la abrazo.

-Xóchitl:por favor suelteme -intentando soltarse.

-Leo:déjame estar haci un momento por favor -abrazandola más fuerte.

Xóchitl dejo de forsejear parecía que Leo realmente nesecitara estar cerca de Xóchitl, las personas al estar cerca de él sentían escalofrío lo mismo le asaba a Xóchitl al tenerlo cerca pero no podía hacer nada

Corazones heridos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora