Yumiko Takana, hija de dos pilares y parte del Kamaboko skuad, afrontará muchos problemas junto con su equipo y los pilares.
¿Podrá con todo?¿O se rendirá a medio camino?
[Historia basada en una Rd]
Inicio: Mie/22/Ago/2023
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—Entonces debe ser una joven hermosa— respondió con serenidad.
Yumiko permanecía en brazos de Tomioka quien estaba al lado del patrón mostrando a Yumiko.
Los ojos antes ligeramente abiertos de Yumiko se habían abierto completamente con pereza.
Al notar a un nombre desconocido a pocos centímetros de ella, Yumiko se asustó y buscó esconderse en brazos de Giyuu.
—La joven Takana se esconde en brazos del pilar de agua, Tomioka Giyuu tras despertar— explicó una de las niñas.
—Yumiko, él es el patrón, el líder de la compañía— explicó mientras bajaba al suelo a la chica.
Yumiko permanecía envuelta en el haori del Tomioka, quien retrocedió hasta su lugar.
—U-Un gusto conocerlo personalmente, patrón— habló temerosa la de ojos azules.
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—Soy Takana Yumiko, Hija de Takana Hikaru, y de Katayama Aruna— se presentó esta vez, haciendo una reverencia ante el patrón.
—Es un gusto conocerte, pequeña, soy Ubuyashiki Kagaya, el patrón de la compañía cazademonios— se presentó.
—El honor y el gusto es mío, patrón— respondió educadamente mientras los pilares la miraban con atención.
—Levántate, pequeña, ven a mi lado, te presentare a mis hijos— comentó el patrón.
Yumiko asintió y las niñas de hebras blancas como las suyas la guiaron al lugar que el patrón le había asignado.
—Ya debes de conocer a Tomioka, el pilar del agua— comentó mientras su cabeza giraba ligeramente en dirección a la de ojos azules.
—Sí, Tomioka-San fue amable conmigo— comentó con una sonrisa afable que transmitió su sentir al Ubuyashiki.
—Me alegra saberlo— respondió el de cabellos azabaches. —Hijos míos, les voy a pedir que cuiden a Yumiko— pidió el patrón.
—Patrón, sobre eso— comentó tímidamente. —Quisiera ser parte de la compañía cazademonios, quiero ayudarlos a terminar con los demonios y alcanzar la paz— pidió con vergüenza mientras el color carmesí adornaba sus mejillas.
