Capitulo 6

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KARA POV:

Estaba bastante segura de que llevaba cinco minutos mirando la tela que tenía en la mano.
Me sentía como si no supiera lo que estaba haciendo, aunque esto era lo más natural del mundo. Pero podía sentir su mirada sobre mí, sentía el calor de su cuerpo rodeándome y, sobre todo, olía el aroma más potente y primitivo que provenía de ella.

Después de la cena, me sacó del comedor, subió la escalera y entró en una gran cámara de baño.

La porcelana y el azulejo rodeaban las paredes y el suelo, con un lavabo de pedestal, una bañera con patas, aceites frescos y pétalos secos en frascos de boticario sentados en un pequeño taburete que hacían que todo pareciera más suave, como si no fuera a bañar a la Bestia.

-Lávame, esposa.

Me estremecí al oír su voz gruesa e inhumana. Era dura y profunda, áspera, y sonaba casi demoníaca.

Me acerqué a ella mientras empezaba a desvestirse.

Mantuve la mirada fija hacia delante cuando se quitó la camisa; luego, cuando se quitó los pantalones, cerré los ojos mientras me invadían emociones abrumadoras y beligerantes. Me temblaron las manos mientras me obligaba a abrir los ojos una vez más y a acercarme a la
Bestia.

Sumergí el paño en la palangana con agua tibia y jabón, y empecé a limpiarle el antebrazo. Era peluda por todas partes, pero me sorprendió la suavidad del pelaje cuando mis dedos patinaron sobre ella.

Un ronroneo bajo y rítmico salió de su pecho cuando subí el paño hasta su bíceps, por encima de su abultado hombro, y lo volví a bajar. Podía sentir su atención en mí, una mirada intensa que me hacía ser muy consciente de nuestra diferencia de tamaño. Mi cabeza apenas llegaba al centro de su pecho, y aunque yo era gruesa y exuberante, una mujer que tenía un cuerpo con curvas, la Bestia me hacía sentir positivamente delicada.

Intenté despejar mi mente y no reparar en que, aunque la Bestia era grande y corpulenta y, por tanto, no era humana, también era hermosa de una manera extraña y fantástica.

Levanté la vista, observé los grandes y arqueados cuernos que se curvaban hacia atrás desde la frente. Eran gruesos y texturizados, y antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, pasé el paño por uno de los cuernos.

Su cuerpo se tensó visiblemente, luego se agitó y el ronroneo se hizo más fuerte, más pronunciado y se mezcló con un tenor crecido.

Debería haber retirado la mano, haber dejado de tocar su cuerno, pero me sentía tan bien tocándola.

-Cuando llegué, Madame dijo que elegías bien. ¿Qué quiso decir? -Mi voz era baja mientras pasaba el paño por su enorme y peludo antebrazo una vez más.

Como no respondió, la miré por debajo de las pestañas. Me observó con ojos rojos y brillantes entrecerrados, su aspecto sobrenatural me asustaba y, al mismo tiempo, hacía que ese cosquilleo de algo más se moviera dentro de mí, se instalara justo entre mis muslos.

-Aprendi sobre ti, todo lo que pude, haciendo que Winn reuniera información sobre tus gustos y aversiones. -Hice una pausa y la miré a la cara.

-Supe que te gustan las historias románticas. -Se me cortó la respiración, aunque dijo esas palabras con un tono frío y tranquilo. -Así que me aseguré de conseguir todas y cada una de las novelas románticas que pude conseguir en
los cinco reinos. -El corazón se me aceleró, y me encontré conteniendo la respiración mientras asimilaba su confesión. -Pero si quieres más, te conseguiré lo que quieras. Solo quiero que seas feliz aquí... conmigo.

Sentí la traición de las lágrimas punzando mis ojos, pero las parpadeé. Esto está mal. Está mal sentir algo que no sea miedo y asco hacia la Bestia. Era grande y aterradora, pero encontré esta extraña clase de belleza en la forma en que fue creada, en las palabras que dijo.

Beauty and the Beast (Adaptacion Supercorp) Lena GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora