Capitulo 9

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LENA POV:

Podría haberme quedado sin vista y aun así la habría encontrado. Inhalé profundamente, absorbiendo el aroma de su ansiedad, su anticipación, su... excitación. Kara quería que la persiguiera, quería que yo fuera el cazador y ella la presa. Y eso era exactamente lo que era mientras atravesaba el bosque, golpeando los troncos de los árboles con mis garras, partiéndolos por la mitad.

Sentí que la sangre bombeaba por mis venas cada vez más rápido y con más fuerza mientras la anticipación y la excitación de atraparla me llenaban. Mis músculos se hincharon y mi polla se hizo más gruesa para prepararse a reclamarla, a separar sus muslos y forzarme a entrar en su apretado calor. Esperaba llenarla con mi semen y hacer crecer su vientre con mi hijo.

Me desgarré impacientemente las piernas, rompiendo el material y dejándolo caer al suelo del bosque. Gruñí por lo bajo cuando mi polla se liberó, el presemen ya era un flujo constante en la punta.

Ahora me sentía en mi elemento, una criatura bestial con nada más que la naturalez salvaje cubriéndome mientras perseguía a mi presa.
Le había dado una ventaja, y podía alcanzarla fácilmente ahora mismo, pero me quedé atrás, observando cómo entraba y salía de los árboles, mirando periódicamente por encima del hombro hacia mí.

Me puse más dura, más excitada persiguiéndola así. Podía oír su respiración agitada, su ligera inhalación al respirar cuando veía que yo estaba justo detrás de ella. Tan cerca que podía sentir el sudor salado que salpicaba su frente, podía oler la adrenalina que se filtraba por sus poros, y podía casi saborear la dulce miel que brotaba de su coño.

Estiré una pata y agarré los cordones del vestido, desgarrándolo hasta que el material se abrió en dos partes.

Su espalda suave y sedosa quedó al descubierto y gruñi de placer. Ella gritó, y no fue un grito de miedo sino de excitación.

-Corre más rápido, conejita. Puedo oler tu dulce coño cubierto de miel.

En un movimiento más rápido de lo que ella podría contemplar, desgarré su vestido. Gritó y luego gimió, pero perdió el equilibrio, cayendo hacia adelante. La agarré por la cintura y la hice girar, presionándola contra el suelo
cubierto de musgo y apoyando mis patas a ambos lados de su cabeza.

Tenía un cuerpo hermoso, con muslos gruesos, un vientre redondo y unos pechos hermosos y flexibles. Sus pezones eran de un tono rojo intenso y estaban duros por el aire frío, y se me hizo agua la boca por probarlos.

-Voy a devorarte. - Agarré sus dos muñecas y levanté sus brazos por encima de su cabeza, luego me incliné hacia atrás y usé mi otra pata para forzar sus piernas.

Su olor me rodeó al instante y mi cuerpo se balanceó cuando me incliné y pasé mi cara por su vientre y luego bajé aún más hasta su montículo. Olía de forma increíble, todo dulzura almizclada y mía.

Mi cola se movió de un lado a otro y arrastré la punta sobre una de sus piernas y volví a bajarla para enroscarla alrededor de su tobillo, abriendo aún más su pierna. Se quedo quieta para mí, jadeando, con la boca abierta mientras me miraba con todo el deseo que la consumía.

-Quiero que me digas que eres mía. Quiero que admitas que te rendirás en todos los sentidos.-

Apretó las manos con fuerza en puños, pero yo seguía manteniéndolas por encima de su cabeza, mirando su cuerpo estirado, contemplando todas las perfectas hermosas hendiduras y huecos que la hacían extraordinariamente bella.-Sé mi chica buena y respóndeme. Dile a tu bestial esposa que sabes que eres mía en todos los sentidos. -Me incliné y pasé mi nariz por el borde de su cara, por el lado de su garganta, y seguí descendiendo mientras la olia.

Beauty and the Beast (Adaptacion Supercorp) Lena GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora