Prólogo

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—¿Tú me estuviste buscando no es así?

Los años de entrenamiento y las vivencias pasadas son una advertencia que le gritan que se vaya de ahí. Una pequeñita parte incluso le decía que debería matarla, pero la intriga y la desventaja de estar en territorio enemigo le hicieron quedarse.

¿Es ahí donde empezaron todos sus problemas o donde por fin pudo recibir respuestas a sus preguntas nunca expresadas en alto?

—Busco a mucha gente, tendrías que ser más específica.

—Exitium

La pequeña voz y la enorme capucha que le cubría la cabeza hacían difícil escucharla, pero lo hizo, pese al bullicio que había detrás de ellos, alcanzó a percibir cada una de las letras de esa pequeña pero poderosa palabra.

Jaló a su inesperada compañera al callejón que tenían al lado. Lejos de los ojos curiosos de los vendedores y compradores del mercado se permitió sacar su cuchillo decidido a matarla, pero apenas vio los ojos de la persona que tenía contra la pared, detuvo su arma a escasos centímetros de la delicada piel del cuello de su rehén.

La sorpresa era inmensa, pero como pudo, contuvo su confusión dentro de sí.

No esperaba encontrarla allí, de hecho, no esperaba encontrarla en ningún sitio. Y sin duda que no esperaba lo que saldría de sus labios a continuación:

—Ayúdame a morir.

K.T

EXITIUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora