Wednesday Addams no era alguien que apreciara muchas cosas, odiaba con fervor casi todo lo que existía en el mundo y podía contar las cosas que toleraba con los dedos de sus manos, y si había algo que odiara sobre muchas cosas era el cambio.
Wednesday era una criatura de hábitos y rutinas fuera de sus investigaciones, una taza de café con arsénico en la mañana y antes de acostarse, una sesión de práctica musical y su hora diaria de escritura, las clases y las practicas de esgrima a sus horarios establecidos, y la presencia de su pareja en su habitación compartida de Nevermore.
A lo largo de su relación Wednesday se había sometido a cambios imposibles de evitar, curiosamente fáciles de llevar una vez que la maldición Addams se encargó de tomarla en sus negras y profundas garras, el tacto con Nid se volvió placentero, escuchar su voz en la mañana también, las palabras de amor y afirmaciones de cariño habían sido recibidas con una mínima de repulsión de su parte hasta que pronto se encontraba anhelandolas y devolviendolas con fervor, los besos y el calor corporal del cuerpo de su lobo se volvió adictivo y pronto todo lo que conllevaba su relación sentimental se volvió parte de su rutina, una rutina aceptada y acoplada a su día a día.
Cuando Nid comenzó su transición hubo otro periodo de adaptación sorprendentemente sencillo para Wednesday, Nid la había tomado de la mano y la había sentado en el borde de su cama apenas unas horas después de revelarle su identidad de género y tuvo una charla calmada y centrada sobre los cambios que habrían, tanto en el cuerpo de Nid como con su presentación ante la sociedad y probablemente su relación.
Aquello había sido algo que sorprendió a Wednesday, Nid había hablado sobre lo que se avecinaba para él y el como estaría de acuerdo en que si Wednesday no estaba cómoda entonces podrían terminar la relación sin rencores y de manera amistosa, pues era algo que cambiaría su vida por completo y por consiguiente la de la vidente también, el cuervo no pudo evitar soltar que solo la muerte podría alejar a Nid de ella y para el hombre lobo no pudo haber mayor expresión de amor y apoyo que aquella.
Así que así fue, los cambios físicos vinieron primero, pese a que ya estaba acostumbrada a ver a Nid con un uniforme masculino la adición del binder le daba una forma más masculina a su pecho, la segunda pubertad de su lobo había hecho sus cambios en cuanto a altura y masa muscular, pero la entrada de las hormonas pareció incrementar aquellos cambios, puesto que no sólo cambió la estructura facial de su pareja a unos rasgos más afilados y cuadrados, también le sumó altura y un cuerpo increíblemente masculino que solo parecía definirse más con la constante participación del lobo en clubes y actividades que requerían constante fuerza física y entrenamiento muscular.
Decir que estuvo sorprendida por ello no estaría equivocado, pero se encontró igualmente atraída hacia la nueva figura de Nid tanto como lo estaba antes de comenzar su tratamiento.
La voz fue quizá una de las cosas que más la descolocó, mientras que poco a poco la cantarina y aguda voz de su pareja se iba agravando hasta volverse profunda y casi autoritaria Wednesday tuvo que hacerse a la idea de que tendría que controlar sus rodillas cada vez que su novio le susurrara algo entre clases o la saludara en las mañanas con una voz grave y acentuada por el sueño.
En general, los cambios que venían con Nid eran bien aceptados, abrazados y celebrados, Wednesday llegó a la conclusión de que si tenia que ver con su pareja, entonces todo estaba bien.
O al menos, casi todo.
Cuando Nid informó a la escuela sobre su cambio de género los directivos y maestros lo tomaron perfectamente bien, los profesores se dirigían a Nid con los pronombres correctos y fue tratado como a cualquier otro chico en las clases y los clubes, lo cual le llenó de alegría.
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Trans Enid shenanigans
Fanficpequeños cortos y drabbles sobre el headcanon de transmasc Enid Sinclair. Mayormente pedidos o sugerencias