¿Somos los malos?

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Diciembre era una de las mejores épocas del año, en donde los niños se ilusionaban con los tantos regalos que tendrían y los adultos el generoso pago que obtendrían por un período lleno de complicaciones en sus respectivos trabajos.

Para Lionel era toda una odisea estas fechas, pues si bien no era fan del mes, su pequeño vivía ilusionado todo el año, contando los días y tachándolos de su calendario de Bluey, por ello se veía obligado a decorar su pequeño pero acogedor apartamento con adornos llamativos y a veces extravagantes, al igual que hacer galletas de mantequilla y chocolates calientes, todo para ver a su lindo niño sonreír.

En vísperas de navidad debía de sacar la tarde en su cansado trabajo para ir por él y caminar por las avenidas, pues al chico le encantaba ver las luces de brillantes tonos y el cómo las personas se llenaban de felicidad por las calles. Algo que para Messi era ridículo y tonto era, para su bebé, la mayor muestra de belleza y entusiasmo. A eso justamente iban ahora, él con una cara de orto por dentro pero mostrando su linda sonrisa mientras miraba por el retrovisor, divisando al de pelo castaño jugar con un pequeño peluche de monito.

— Papi, ¿puedes poner mi canción? po'fiiiiis.— El pequeño Thiago habló mirando con ojos suplicantes a su padre, el cual sonrió y quitó a The clash del estéreo y puso la tan famosa canción que circulaba por esas fechas.

Last Christmas I gave you my heart

But the very next day you gave it away

This year, to save me from tears

I'll give it to someone special

Mientras el niño iba cantando con alegría, Lionel se enfocó en el oscuro camino que los conducía hacia el centro, sin embargo al ver un leve resplandor y un fuerte bocinazo puso sus reflejos al toque y, haciendo una brusca maniobra, logró esquivar al camión que venía desviado hacia su dirección. Asustado y con el corazón a mil por hora, volteó a ver a su hijo, el cual miraba todo con sus ojitos entrados en pánico. Bajó del auto rápidamente y abrió la puerta del lado de la carretera en donde iba su Thiago, abrazándolo fuertemente y revisándolo.

— ¿Estás bien amor? ¿Te duele algo?— El pequeño negó y abrazó a su padre, el cual suspiró sintiendo alivio. Pudo notar por encima del hombro del mayor un cuerpo en la carretera que se movía con dificultad, por lo que se escondió más en el cuello de su papá mientras miraba.

— Papi, hay alguien ahí, no se ve bien.— Lionel volteó levemente y miró que la persona se trataba de arrastrar o ponerse en pie, por lo que soltó a Thiago de su silla y lo bajo, ambos caminando con precaución hacia el desconocido. El pequeño se escondió detrás de las piernas de su padre mientras este logró ponerse frente al hombre.

Pudo ver que tenía raspones y moretones en su piel, un poco de sangre caía de su cabellera y sus facciones solo rogaban que el dolor parara de una vez. Sabía que no podía dejarlo ahí, probablemente el camionero lo arrolló y lo dejó a su suerte, pero él no sería de esos tremendos giles.

— ¿Está muerto o se hace?— Thiago miró hacia arriba y luego al hombre tirado en la calle, recibiendo una mirada molesta de Messi mientras negaba.

— No digas eso Thiago.— Lo pensó un momento y siendo sincero, su casa quedaba más cerca y era más eficiente que un hospital a estas horas de la noche, por lo que suspiró y se agachó ayudando al hombre a levantarse. - Iremos a casa cariño, tendremos que posponer la ida a la avenida, ven.- Colocó la mano del extraño alrededor de su cuello, sosteniéndolo de la cintura mientras con la otra tomaba la del pequeño.

Subió a Thiago con su silla del lado del copiloto y al desconocido acostado en los asientos traseros. Agradecía mucho en este momento que su auto fuera espacioso, pues el tipo parecía medir casi el 1.90 de estatura. Condujo a su casa mientras hablaba con uno de sus amigos que era médico para que viniera, pues el hombre había caído inconsciente a minutos de llegar.

Al bajarse trató de subir al chico por el ascensor, pero su peso no ayudaba mucho así que esperó un rato hasta que vio a su mejor amigo bajar del auto y saludarlo con una blanca sonrisa. Entre los dos lograron subir hasta el piso 10 y Thiago, parado de puntillas y con sus brazos en su capacidad máxima de elasticidad, logró abrir la puerta. Vio como ambos adultos se dirigían al cuarto de Lionel, dejando el cuerpo en la cama.

Aún seguía conmocionado, por lo que Sergio lo llevó a la cocina y lo sentó en una de las bancas de la isla, preparándole un té de valeriana y dejándolo ahí junto a su hijo mientras iba a revisar al tipo que, sorprendentemente, no había despertado. El pequeño se subió con habilidad a las piernas de su padre, sentándose ahí y jugando con las manos de él. Con unos minutos él logró bajar sus nervios y ahora se encontraba en el sofá jugando con un juego de té de dinosaurio con su, este lo miró curioso mientras el mayor bebía de la taza vacía.

— Papi ¿Ya no estás en la lista de Santa?— El niño lo miró curioso, a lo que Lionel sonrió y lo sentó en una de sus piernas mientras corría unos pocos cabellos rebeldes del pequeño rostro.

— Al contrario Thiago, ayudamos a alguien hoy, por lo que Santa está más feliz bebé, siempre debes de ayudar a alguien aunque no lo conozcas, sea hombre, mujer, niño o dinosaurio.— Besó la frente de su pequeño y este rió asintiendo.

Al pasar unas horas el pequeño Thiago ya estaba acostado y arropado, por lo que Lio se encontraba esperando en la sala mientras miraba televisión, de pronto vio a su amigo asomarse por la puerta y llamarlo, a lo que rápidamente acató la orden. Al entrar notó al chico un poco mejor, o bueno, más limpio y con las heridas tratadas. Pudo ver sus facciones más tranquilas y por fin sus ojos estaban abiertos, aunque muy confundidos a su alrededor.

— Sufrió unos golpes pero de milagro ningún traumatismo o hueso roto, lo cual es un milagro de navidad por lo que me contaste. Despertó hace un rato pero hay un problemita...— El trigueño rascó su nuca y ambos voltearon a ver al de cabellos rizados.

— Aliquid fit? — El mayor habló con un tono de voz grueso pero con una calma impresionante.

— La concha... Con costos entiendo inglés y me sale esto.— Lionel suspiró mientras Kun soltó una risa palmeándole la espalda.

— Traté de tomar información pero como verás es un poco complicado, puede que se "reinicie" mañana, en el peor de los casos durará una semana, en todo caso debes de llamar a la policía o a alguien.— El menor asintió. Ambos amigos se despidieron y Lionel se dirigió de nuevo a su habitación, en donde encontró al de cabello rizado dormido profundamente entre sus sábanas, sintió un escalofrío y se sentó al lado de este tapándolo mejor, sin embargo, sus facciones atraparon su vista y sonrió inconscientemente.

— ¿Quién sos?...— la pregunta voló por el aire junto a un suspiro y, tomando una pijama, salió de la habitación dispuesto a dormir en la litera de su bebé.

⋆꙳•̩̩͙❅*̩̩͙‧͙ ‧͙*̩̩͙❆ ͙͛ ˚₊⋆⋆꙳•̩̩͙❅*̩̩͙‧͙ ‧͙*̩̩͙❆ ͙͛ ˚₊⋆

Buenaaas, sé que estamos empezando setiembre pero la idea de este fic me vino y no podía dejarla pasar. Subiré algunos fanarts y otros los subiré a mi cuenta de twitter. Aquí les dejo a un Memo bien green flag leyendo a Jane Auste.

Ojalá les guste.

Los leo luego.

-Wen

-Wen

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Last Christmas ִ ₊ ⊹ Mechoaִ ࣪₊ ⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora