Confusión

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—Tener a Luffy en sus últimos momentos es tanto una bendición como una maldición. Ver morir a tanta gente, pero ver morir a muchos más de sus amigos, familiares y camaradas me destruyó, te arrastré a esto, no merezco tu perdón, pero lo lamento hermanita—. Dijo una voz quebrada con la mirada baja en la nada.

—Soy Portgas D. Ann, hermana de Portgas D. Ace, yo decidí seguirte por mi propia voluntad, no es tu culpa, hermano tonto—. Le respondió una voz femenina quebrada en llanto mientras abrazada al pecoso.

No pasó mucho que el dolor desgarrador desapareció, después sentí el frío del océano, lo único que me mantuvo despierta fue la idea de que mi hermano se hundiera en el fondo de ese mar.

—¡¡Ace!! ¡¿Dónde estás?! ¡¡Ace!!—. Gritó mientras miraba su alrededor sin poder ver a su hermano.

Como sea me mantuve despierta y empecé a buscarlo con la mirada, fue cuando vi su figura distorsionada que me sumergí para alcanzarlo, con fuerzas que no sabía que tenía, lo lleve a la superficie.

—¡¡Ace!! ¡¡Despierta!! ¡¡Tengo miedo!!—Gritó Ann angustiada al ver a su hermano inconsciente.

—No entiendo nada, despierta, no quiero estar sola—. Sollozo, mientras poco a poco entraba en pánico, ya que cada vez le costaba mantenerse en flote.

Cada vez que su conciencia se nublaba se mordía la lengua liberándose de los puntos negros que abrumaba su visión.

—Está bien Ace, tú siempre estuviste ahí para mí, es mi turno de protegerte, por lo que no te voy a dejar—. Susurro para consolarse a sí misma y llenando el silencio que la estaba volviendo loca.

No se dio cuenta cuando un barco se acercó a ellos, menos a quién pertenece, estaba cansada física y mentalmente y el golpe de calor no ayudó en nada. Logró mantener el conocimiento hasta que los sacaron del agua.

¿No habíamos muerto? Siento como si mi cuerpo lo hubieran destrozado en fragmentos, para luego cocerlos e inútilmente volver a unirlos.

Ese es un... ¿Barco? Fue su pensamiento al ver una figura borrosa, no tan lejos, el sol y el cansancio la habían agotado que no podía pensar que tenía que hacer, por el momento solo tenía en mente no dejar ir a su hermano.

Tanto así que cuando vio como intentaron sacarlos de océano se aferró lo más que pudo a él, hasta que callo en la inconsciencia.

Oro Jackson

—Buggy... —. Dijo un niño peli-rojo a uno peli-celeste, que este último ignoro.

—A que yo pesco un pez más grande que el tuyo—. Siguió hablando animado.

Pero al ver que no tenía ninguna respuesta de su compañero, lo volteo a ver para encontrarlo frunciendo el ceño al mar. Para después sacar sus binoculares.

Al cual el peli-rojo curioso empujo a su amigo un poco al costado para poder ver lo que él estaba viendo.

—Son dos personas... ¿Piratas? —. Comento Buggy más para sí mismo.

—Hay que decirle al capitán—. Dice emocionado Shank mientras arrastra a Buggy, esté emocionado al tener un entretenimiento mejor que la pesca.

Fue así como en poco tiempo lograron recogerlos.

—Parecen de 20 años, por sus rasgos, fon familiares y están en muy malas condiciones—. Murmura Gabán con el ceño fruncido.

Los niños estaban curiosos mientras husmeaban a los casi moribundos, por lo que les dieron la tarea de ser los ayudantes de Crocus hasta que ellos despertaban, lo que causo las quejas de los dos que se silenciaron al ver la mirada de su bise-capitán.

Unidos a través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora