𑁍 Cap. 4 | Raras excusas.

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🔹| Nota.
Algo que creo que es importante aclarar, en la junta con el director use el término "primer grado" y creo que se puede confundir por el tema de la nivelación de las maldiciones. Lo use especialmente para referirme al "nivel de estudio" por decirlo de una manera.

Quiero pensar que dependiendo del contexto se da a entender uno u otro significado de ello, pero de igual manera me gustaría saber si sigo mencionando "primer grado" o pasarlo a "primer año", sin más que decirles; disfruten la historia.

💠

Era tu primera noche en la escuela de hechicera y habías presenciado una figura enorme observando hacía tu dirección y ahora tu profesor estaba en tu habitación con un tema a tratar; toda esta coincidencia de hechos se te hacía demasiado rara.

- ¿Sobre qué gusta hablar, profesor Gojou?

- Es sobre una práctica de mañana; iras a exorcisar a una maldición.

- Pero a duras penas tengo conocimiento de la energía maldita, ¿no es peligroso que yo sola lo haga?

- No realmente, ire contigo y solo en caso de que tu vida corra un grande peligro voy a intervenir.

- Pero sería peligroso para ambos en caso de que sea una maldición de grado alto llegue a atacarnos.

Tras mencionar ello Satoru se acerco de forma delicada a tu rostro, sentías su calida respiración entre tu mandíbula y tu oído.

- No te preocupes, yo soy el más fuerte y estaré cuidando de ti. - susurra con una voz calida y tranquila.

Te quedaste paralizada, pensabas que era un poco atrevido que tu profesor te hubiera susurrado de esa forma; por una extraña razón querías que volviera a pasar, deseabas que volviera a ocurrir.

- Nos vemos después (T/N), ten una linda noche.

Tras decir ello se dirigió a la puerta y la cerro tras de sí, seguiste paralizada de aquel momento; aun así sacudiste delicadamente la cabeza para despejar tus pensamientos e irte a dormir y estar totalmente recargada de energía para tu misión de mañana.

💠 | A la mañana siguiente

Iniciaba un nuevo día y el sol te recibía con una calida luz cayendo sobre tu rostro, querías seguir en cama y dormir un rato; aun con esos deseos te levantaste para ponerte una ropa deportiva y salir a correr un rato para despedirte del sueño.
Te colocaste ropa deportiva holgada; se te hacía mucho más cómodo salir con ella a salir con ropa deportiva considerablemente ajustada. Al salir al pasillo notabas el lugar demasiado vacio y callado, el sonido de la naturaleza dominaba el lugar y ello tenía un toque encantador, te dirigías a las canchas de entrenamiento para hacer tu trote y te daba curiosidad de probar tu resistencia y velocidad.

Al llegar veías como los árboles hacían la sombra perfecta para no tener el sol pegandote en tu estancia. Empezaste con un calentamiento sencillo para evitar lesiones, en especial ese día, decidiste empezar a caminar un par de veces por el espacio para terminar de calentar y empezar con tu trote junto a las pruebas de resistencia y velocidad.

Al terminar te sorprendieron los resultados, se notaba como mejoraron tus estadísticas y ello te alegraba por el arduo trabajo que había detrás de ello; para relajarte decidiste acostarte en una zona en donde había pasto, al acostarte sentías una relajación inmensa y los sonidos de las aves y el viento te ayudaban, estabas tan acostumbrada al estresante sonido de la ciudad que solo pensabas en reemplazar tanto agobiante ruido por la relajante armonía de sonidos que ahora dominaba a tus oídos.

Tras pasar un rato en aquel relajante escenario empezabas a quedarte dormida y sentir como el pasto te absorbía y unas manos te empezaban a abrazar, una voz que te resultaba familiar te saco de tu experiencia, era tu profesor.

- ¡(T/N)!, no tenía idea que te gustaba dormir en el pasto.

- Buenos días, profesor Gojou. Sobre ello, no había probado ello hasta ahora y debo admitir que se siente génial.

- Puedes llamarme Satoru, seré tu profesor pero aún asi puedes tener la confianza de llamarme por mi nombre.

- De acuerdo, Satoru.

- Volviendo al tema, la verdad es que acostarte en el pasto y observar al cielo es una buena experiencia y es mucho mejor si lo haces junto a alguien que consideres especial.

- Suena con experiencia sus palabras, ¿ya hizo ello?

- No, lo hago solo. Normalmente es para recordar viejos tiempos con mi único mejor amigo.

Esas últimas palabras las acompaño con un gesto de tristeza por parte de Satoru, te llegó al corazón un sentimiento de preocupación y empatía, querías abrazarlo en forma de apoyo pero no estabas segura de aquella acción; en su lugar le regalaste palabras para hacerle saber que podría contar contigo.

- Llevo casi nada de tiempo aquí, pero si necesita desahogarse y un hombro en el cual llorar estoy totalmente para usted, sinceramente me agrado enormemente.

- Gracias por las palabras (T/N), las tendré en mente. Cambiando de tema, saldremos en 2 horas a tu práctica. Ve a arreglarte, dudo que quieras llegar tarde a tu primera experiencia en exorcisar una maldición.

- Claro, ire a hacerlo, lo veo en un par de horas. Hasta luego Satoru.

Tras decir ello te retiraste dejando a tu profesor atrás y dirigirte a tu habitación; al llegar buscaste tu uniforme y te diste una ducha, la cual te sirvió para quitarte el sudor y el poco sueño que aún estaba en ti.

Terminaste de arreglarte en menos del tiempo que esperabas; para mayor comodidad decidiste ir mejor a la entrada del edificio para esperar a Satoru. No estabas segura del todo sobre la misión que tenías, pensabas seriamente en rechazarla y aceptar otra hasta saber tan siquiera como manipular energía maldita.
Pero algo evitaba esa acción, tenías un gran deseo de estar con Satoru y estar cerca de el.

Paso un largo rato, no faltaba mucho tiempo para partir y pensabas en varios planes para  escapar de tu misión asignada y estar lo más pegada a tu profesor; pensabas en fingir desmayarte o fingir una lesión dentro o fuera de combate.
Mientras pensaba el porque de tus planes llego tu profesor.

- Asi que llegaste antes, (T/N). Eso habla mucho de tu puntualidad.

-  Hola de nuevo, profesor Satoru.

- Iremos a un edificio abandonado que se encuentra cerca de las afueras de la ciudad, así que nos espera un largo viaje. Ijichi nos llevará al lugar, vayamos al carro.

Ambos se dirigieron al lugar donde aquel desconocido para ti con el nombre de Ijichi los llevaría a su destino, estabas nerviosa porque no sabrías cómo realizar la misión de forma exitosa y como sorprender a tu profesor.

A tus órdenes | Jujutsu Kaisen ~ Gojou SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora