Put me in the sky, my love | Jenlisa

apuesta; es pan comido

—Jennie, solo serán como tres semanas y te ganarás una buena recompensa.

—¿Ganar una buena recompensa significa sufrir por tres semanas enteras junto a esa apestosa rata? —apuntó con su mirada hacia la omega que hablaba con una beta—. El premio no es tan interesante, después de todo. No quiero esta mierda.

—Vamos, Jennie, no seas idiota. Te conseguiremos lo que quieras. Aparte de obvio, una cita con Shuhua —su amiga alfa volvió a hablar y Jennie tomó aire, necesitaba pensar esto correctamente.

Esa omega ni siquiera viene a fiestas como estas, en primer lugar, ni siquiera sabe qué mierda está haciendo aquí. Y sobre todo, ¿por qué mierda sus amigas la empujaron a esto? Fácil, ellas dicen que últimamente está siendo demasiado estúpida e inmadura y que tal vez mezclarse un poco con chicas como esa omega le haga crecer un poco más su cerebro. Además de que apostaron que le conseguirían una cita con Shuhua, la prima de Rosé, y Shuhua es la omega más sexy y caliente que jamás haya visto.

De todas formas, hacer esto es un poco estúpido. A Jennie no le gustan las omegas como esa tipa, sobretodo porque era más alta que ella y eso le pegaba justo en su gran ego de alfa. Ni siquiera sabe cómo se llamaba, era algo como Lisi o Lia, una de esas mierda. Tampoco sabe a qué huele o cómo es su cuerpo completamente, siempre está usando esa espantosa ropa holgada.

—Quiero un pase libre para comer todo lo que yo quiera los fines de semana en el restaurante de tu padre —soltó finalmente Kim y Roseanne puso las manos en alto, comenzando a negar con su cabeza.

—No puedo hacer eso, idiota, mi padre me mataría —negó y Jennie se cruzó de brazos, su ceño se frunció.

—Entonces, dos fines de semana gratis. Voy a usar una semana con la omega y cuando me haya ganado la apuesta, llevaré a Shuhua —Rosé bajó sus hombros y se resignó.

—Está bien, pero solo porque tienes un buen punto —Park tomó otro trago de su botella de cerveza y comenzó una nueva charla con los demás allí.

Bien, no podría ser tan malo. Solo son tres semanas con la omega menos guapa y la más odiosamente inteligente, Jennie solo tiene que enamorarla y seguir con su vida para poder follarse a Shuhua. Esto será pan comido, está muy segura que esa tal Lisi será tan ingenua que a la primer semana ya la tendrá comiendo de su mano.

—Entonces... —esta vez habló Nayeon, su otra amiga alfa—, empiezas el lunes con esto y recuerda que si para la tercer semana no la tienes queriéndote chuparte la polla, pierdes la oportunidad de estar con Shuhua y entonces yo me la follaré —gruñó ante el comentario, Shuhua era su follada, no la de esta idiota.

—Ehh... si, bueno... —Rosé se rascó el brazo incómoda e hizo una mueca de disgusto—. No se olviden que están hablando de mi prima y que solo les conseguiré una cita con ella, si es que ella acepta.

—Como sea, Rosé, espero que acepte porque no voy a sufrir toda esta lamida de culo por nada.

Nayeon se atragantó con la cerveza que estaba tomando, incluso un poco de esta salió por su nariz, expulsó el líquido en el aire logrando una queja de una de las omegas que estaba allí. La risa de Nayeon era tan fastidiosa e irritante a veces.

—¿Qué es lo gracioso? —cuestionó Jen—. Solo dije que estoy harta de lamerle las malditas botas a Rosé solo porque ella-

—No, no, amiga, realmente estarás lamiendo un culo —Nayeon respondió entre risas y Kim rodó los ojos, finalmente también soltó una risa.

Y aunque había demasiado alboroto a su alrededor y todos parecían estar en su propio mundo, llamaron la atención de algunos. Esa tal Lisi, junto a su pequeño grupo voltearon a verlas y pudo notar desde lo lejos como esa pequeña rata le susurraba algo a la alfa azabache con la que estaba.

Bien, esto va a ser pan comido, el lunes le pedirá ayuda a la omega con física y la invitará a una cita o una de esas mierdas.

Y finalmente, tendrá una cita con la prima de Rosé.