"Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia afuera sueña, y quien mira hacia adentro despierta"
-Carl Jung
Donde Carre no tiene claros sus nuevos sentimientos hacia su amigo de la infancia
No sabía desde cuándo se sentía así cerca de él. No sabía qué fue lo que le hizo cambiar su forma de verle. Era algo que lo atormentaba desde hace mucho y que todavía no procesaba
Se sentía bien, no iba a mentir. Era como si el simple hecho de que estuviera presente y junto a él, transformaba cualquier ambiente en uno más cálido y acogedor que le hacía sentir que solo existían ellos dos
Algo que no se había planteado era contarle a alguien de sus nuevos sentimientos. Era algo raro hasta el momento y quería estar 100% seguro de la situación que se le planteaba
-Carru, mantén la vista en la pelota, a ver si te voy a marcar de una- bromeó su contrario viendo que el híbrido parecía estar en las nubes
-Ni en pedo, boludo, sos re pete en puntería igual
-Dile eso al gol que te marqué antes en el partido con la gente- comentó el castaño oscuro
Habían ido con unos amigos a pasar la tarde en un pequeño campo de fútbol en el que habían jugado un partido saliendo como ganador el equipo del mayor. Al finalizar, todos se fueron al ver como el sol empezaba a esconderse salvo ellos dos, que prefirieron quedarse un rato más hasta la casi noche
-¡Me tomaste desprevenido, pendejo de mierda!- repitió por quinta vez entre risas, ya le era imposible enfadarse con él y menos en su soledad
-Sos un mal perdedor- dijo el de ojos marrones-. Hagamos un todo o nada, si parás la pelota, ganás la discusión, pero si no, tengo algo en mente para que hagas
-¿Tan poca fé tenés en vos ahora que ni me decís que ganás?- río el de alas mientras que su amigo colocaba la pelota en el punto de penal de la cancha
-Es sorpresa que descubrirás si marco, pero cómo estás tan decidido no hace falta que sepas- canturreó con ironía el mayor para posicionarse
Su amigo pateó el balón y fue directo por debajo del poste superior, aprovechando que el portero casi no llegaba a esa zona a menos que saltara, lo cuál no pasó y la pelota entró en la portería sin dificultad
-Que hijo de puta, apuntás a donde no llego por ser enano- bufó el castaño mientras se cruzaba de brazos y veía como su contrario celebraba silenciosamente con una sonrisa
-No es mi culpa que no acertarás a saltar cuando viste el balón- comentó el de suéter
-Bue, ya fue, ganaste la discusión, listo
-No no, esa era tu recompensa, yo tenía algo diferente por marcar
-Bueno, decilo ya para poder volver, está empezando a oscurecer- comentó el híbrido viendo como la luz dejaba de ser natural y empezaba a provenir de los focos del campo
-La curiosidad mató al gato, Carru, tené cuidado- dijo el castaño oscuro mientras se acercaba lentamente hacia su contrario quedando cara a cara con él
Se quedaron con la vista fija el uno en el otro, disfrutando de ese momento a solas que solía ocurrir a menudo entre ellos. El de ojos verdes podía sentir la respiración levemente nerviosa cerca de su boca. Lo ponía nervioso, demasiado
Estuvo a punto de romper el silencio cuando el mayor agarró entre sus manos su cara y cortó la distancia en un beso que dejó al de alas sorprendido e inmóvil, sintiendo como sus mejillas se acaloraban y tornaban carmesí
Al separarse del contacto, se quedaron mirando de nuevo, esta vez con uno tan sorprendido que no podía articular ni una palabra o hacer algo y el otro dándose cuenta de esto y alejándose
-Perdón, perdón, no sé por qué se me ocurrió hacer eso, posta- se disculpó nervioso y rápidamente mientras volteaba sobre sus talones-. Creo que debería irme ya, nos vemos
El castaño oscuro empezó a marcharse rápidamente a la vez que el de ojos verdes reaccionó por fin corriendo detrás de él para que no se fuera tan rápido
-Rob, esperá- reclamó al agarrar de la muñeca a su amigo quién lo vio con los ojos cristalizados como consecuencia del supuesto rechazo
El castaño se quedó en silencio pensando en lo que podía decirle al de suéter, intensificando el agarre para que lo esperara. Lo único que atinó fue a repetir la misma acción del mayor, esta vez sin nervios y sin preocupaciones
Mandó al diablo todo su problema mental sobre aquella situación cuando volvió a sentir una de las recientes manos otra vez en su lugar anterior
Esta vez al separarse ninguno abrió los ojos. Ambos se quedaron cerca, sintiendo la rápida y a la vez tranquilizadora respiración del contrario. Se sentían por fin libres de tener que ignorar sus sentimientos en esos momentos íntimos y cálidos que tenían cada tanto
Finalmente quedaron viéndose el uno a los ojos, admirándolos mientras formaban sonrisas cómplices en sus caras
-Linda sorpresa, si lo hubiera sabido no hubiera ni intentado parar el balón aunque lo hubieras mandado a ras de suelo- susurró galante mientras observaba de cerca como las mejillas opuestas se tornaban rojas rápidamente
-B-bueno, que sé yo, pensé que ibas a rechazarme o algo así- dijo nervioso para reír bajo ante la situación actual
-Y también es verdad que me quedé re quieto y no te dije nada, no me lo esperaba ni en pedo
-Por algo era sorpresa, querido Carru- canturreó el castaño oscuro mientras agarraba la mano del contrario
-Ya lo veo ya, me he dado cuenta- comentó el de alas a la vez que empezaban a caminar hacia la salida junto-. Solo para que sepas, si querés darme más sorpresas como estas, tenés todo mi permiso para hacerlo