Taste

72 13 1
                                    

"El gusto aumenta la memoria; existe la memoria del gusto: nos acordamos de lo que nos ha gustado."

-José Joubert





Donde Carre y Robleis se besaron hace mucho, pero ambos fingen que nunca pasó hasta que este último decide afrontar la situación con
un juego




Si existiera un premio por las personas más ignorantes, definitivamente se lo llevarían Carre y Robleis juntos

Hacía como 2 meses, los dos, bajos los efectos del alcohol, se habían besado en una joda montada por su grupo de amigos
Sin embargo, los dos llevaban hasta hoy actuando como si nunca hubiera pasado, pensando que el otro solo lo hizo por estar ebrio y que, en verdad, no era correspondido

En resumen, ambos se gustaban pero, por miedo al rechazo, no querían revivir ni hablar de aquel íntimo momento

No querían hasta que el castaño oscuro no soportaba más el remordimiento y se puso a idear como podía abarcar el momento sin que fuera incómodo o confirmar sus pensamientos
Después de martirizarse durante severos minutos, se le ocurrió una idea divertida que pasaría inadvertida por el híbrido

Puede que no fuera la mejor forma, pero tampoco iba a pensar otra manera

Mandó mensaje privado a su amigo para verificar si estaba libre para hacer algo los dos juntos, recibiendo una respuesta afirmativa a los pocos segundos

-Dale, Roblu, decime que vamos a hacer- preguntó impaciente mientras se encaminaban a la casa del mencionado

-Ya te dije, algo divertido y rico

-Pará, parece que me vas a romper el orto- exclamó rojo el castaño

-Re desubicado vos, me parece

Los dos ingresaron a la casa de la villa y el de alas se sentó en la cama amarilla. Uno atento a su amigo y el otro revisando que traía todo lo necesito en su cofre

-Es fácil, uno se venda los ojos y el otro le da a probar comida para que la adivine por el gusto- explicó al de alas quién no se veía confiado ante la idea de su amigo

-Y no sé, hermano, mirá si me vas a hacer probar algo como tu poronga por una joda

-Si querés voy yo primero y vos me das de probar, así te soltás un toque, ¿va?- propuso agarrando la venda para intentar hacerse un nudo que la sujetara delante de sus ojos-. Amigo, ayúdame que no sé hacer nudos buenos

Después de sentir bien ajustado el trozo de tela, los dos amigos comenzaron a jugar. El castaño no paraba de aguantarse la risa debido a las caras que hacía su contrario al intentar adivinar el gusto y por los insultos que le dedicaba cuando no sabía por dónde tirar para atinar

-¡Carru, te juro que como me dés otra vez albaricoque te voy a pegar una piña!- acusó el de ojos marrones mientras que su acompañante empezaba a reírse fuertemente

-Y amigo, ¿qué querés? Te llevo dando lo mismo como 3 veces y recién ahora adivinás que era

-Si tan fácil creés que es, probá vos a ver si adivinás- retó el de amarillo mientras deshacía el nudo de la venda y se la entregaba al contrario

-Te voy a romper el orto, soy re bueno en esto del gusto- afirmó el híbrido mientras terminaba de anudar bien la tela y quedar sin ver nada-. Mientras no me dés carne ni nada animal, estamos piola

El plan de Robleis empezaba ahora. Empezó dándole algún que otro alimento de la mesa (empezando por un albaricoque a lo que Carre le dijo rencoroso entre risas) y la verdad es que el castaño era muy bueno pues la mayoría de lo que le daba lo había acertado rápidamente

Sin esperar más, el castaño oscuro se acercó más a su amigo y juntó sus bocas en un beso ni muy corto ni muy largo, lo suficientemente duradero para que el de azul pudiera agarrar sabor

-A ver, adiviná ahora el sabor- dijo levemente cerca de él con un pequeña sonrisa

-Mm... Y la verdad es que sabe igual que algo que probé hace meses y me gustó, solo que con menos alcohol y más albaricoque, lo cuál, si me permites comentar, solo lo mejora

-Oh, ¿así que cuando eso sabía a alcohol no te gustaba mucho?

-Uh, no, definitivamente de las dos maneras está increíble e incluso me atrevería a afirmar que sabría igual de bien de otras maneras- comentó con una sonrisa vanidosa-. Aunque creo que debería probarlo más veces para ver

-Goloso- río el castaño oscuro para sacarle la venda y verle los ojos

-Hijo de puta, ¿me hiciste jugar al jueguito del gusto no más para esto?

-Y puede ser, Carru, pero, ¿a qué estuvo bueno?- dijo mientras sentía como unos brazos abrazaban su espalda y en respuesta sus brazos capturaron el cuello del menor

-Buenísimo, ahora déjame probar de nuevo que me quedé con ganitas de más

SᴇɴsᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora