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Al despertarse con el sonido de su alarma, Shirou Emiya gimió al sentir algo cálido y húmedo envolviendo su madera matinal y succionándola.
Mientras una mano detenía el despertador, la otra se metió ciegamente debajo de la manta hasta que sintió un cabello sedoso y familiar y lo agarró mientras movía las caderas.
Con un suspiro de satisfacción, Shirou sintió que la boca que lo había estado chupando se deslizaba suavemente hacia abajo por su polla mientras forzaba más profundamente en una garganta familiar y apretada, estirándola.
La dueña de la garganta no mostró resistencia ya que gimió suavemente y provocó que él se corriera por las vibraciones que provocaba.
Después de liberar su primera carga del día, Shirou levantó las mantas para mirar a su amante matutino con exasperación. "¿Realmente necesitabas darme una mamada temprano en la mañana antes de que me despertara, Liz?"
La sirvienta de pelo corto (que rara vez se vestía o actuaba como sirvienta, pero era una guardaespaldas bastante buena incluso si era perezosa) simplemente se encogió de hombros, su pijama desabotonado apenas cubría su pecho rollizo. "Es tu turno de preparar el desayuno y yo quería un aperitivo especial".
Esta 'cosa' que tenía con Leysritt había comenzado hace un mes cuando ella se topó con Shirou masturbándose en la ducha. Con un tono completamente inexpresivo, Leysritt se había ofrecido a manejarlo por él mientras ya estaba arrodillado ante él. Después de eso, Shirou de alguna manera había ganado una relación puramente sexual con Leysritt, de la cual ella era de alguna manera la instigadora frecuente a pesar de su pereza.
Lamiéndose los labios, Leysritt se levantó y se giró para irse. "Prepárate pronto o Sella te robará la oportunidad".
"Sabes, Sella podría soportar un poco de tu pereza". Murmuró Shirou antes de prepararse y dirigirse a preparar el desayuno para su familia.
Treinta minutos más tarde, Shirou resistió la tentación de sonreír ante el gruñido de Sella mientras miraba el extravagante desayuno occidental preparado, especialmente cuando Kiritsugu Emiya e Irisviel von Einzbern le dieron palmaditas en la cabeza y abrazos de felicitación, respectivamente.
"¡Hiciste todo lo posible hoy, Onii-chan!" Illyasviel von Einzbern exclamó mientras comía su comida.
"Bueno, papá y mamá se van nuevamente al mediodía, así que quería hacer algo más por ellos". Shirou se encogió de hombros, resistiendo fácilmente las miradas de Sella.
