Capitulo 4 (Sorpresas)

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Después de aquel vergonzoso momento, tanto Yoongi como Hoseok, salieron de aquel salón sin hacer absolutamente nada, su calentura desapareció cuando el Omega con aroma a durazno los vio.

Hoseok tuvo que guardar la camisa ya que tenía clases. Yoongi era dos años mayor que él así que le tocaba estar solo.

Bueno, eso creyó, ya que pudo ver qué compartiría clases con el Omega de aroma a durazno, ese chico alto de piel morena y una complexión totalmente diferente al de los Omegas. Ese chico podía ser confundido con un alfa si no fuera por su suave y adictivo aroma.

Hoseok quería saber el porque su Yoongi estaba "obsesionado" con él. Quería saber el motivo por el cual llamo la atención de su alfa, tanto que incluso hizo que su aroma a pino impregnara la ropa del contrario.

Por qué obviamente Yoongi estaba consiente cuando su aroma se pegó en la ropa del Omega como un instinto de posesividad.

No es por qué Hoseok este celoso, si no que tenía una gran curiosidad, Yoongi no lo dejaría por nadie, mucho menos por un Omega que acaba de conocer.

¿Verdad?

—¿Vas a seguir en las nubes o prestarás atención?— un pequeño susurro lo hizo salir de todo pensamiento. Su mirada se dirigió a la persona que le hablo para agradecerle pero el aire abandonó sus labios a modo de suspiro cuando captó un par de ojos con una maravillosa forma de dragón y una mirada penetrante.

Era él, era el Omega que inundaba sus pensamientos. Inhaló profundamente como un adicto y pudo saborear el aroma a durazno, como si hubiera mordido aquella suave y jugosa fruta. Lo sentía tan ajeno pero a la vez tan familiar. Ese Omega era jodidamente adictivo.

Ahora lograba entender a Yoongi.

—Si no dejas de verme, te enterrare mi lápiz en el ojo— gruño en voz baja con una mirada amenazante que para Hoseok fue un gesto jodidamente sexi.

Se iba a volver loco con la presencia del Omega. Quería estar un poco más cerca de él para dejarle su propio aroma en su ropa.

Pero nuevamente, un aroma a fresas lo hizo retroceder. El moreno ya estaba marcado con el aroma de otro omega y eso lo hacía gruñir como protesta.

¿por qué?

—Joven Jung, si no va prestar atención a mi clase, le pediré que se retire— la voz del profesor lo hizo salir de todo pensamiento masoquista, bajo la mirada para disculparse correctamente y prestar atención. Mas tarde hablaría eso con su pareja.

—¿Acaso no has visto a un omega más alto que tú?— preguntó Namjoon sin despegar su mirada del profesor, estaba concentrado en la clase y su lápiz se movía de manera rápida al escribir.

Se veía tan bonito concentrado.

—La mayoría de los Omegas son pequeños y tiernos... Tu eres tan... ¿Diferente?— respondió en un tono de voz bajo para no ser descubierto.

—Estupidos estereotipos— gruño en tono molesto pero sin voltear a verlo. —Todos creen que los Omegas deben verse bonitos, tierno y sumisos, eso es pura mierda—

—Ya lo creo— sonrió divertido ante las palabras del moreno, bueno, tenía razón.

—Quiero averiguar quién fue el imbécil que dijo que los alfas deben ser los que manden y los Omegas los que obedecen— está vez volteo a verlo con una pequeña sonrisa mostrando unos pequeños hoyuelos.

—Yo también— le regreso la sonrisa y una pequeña necesidad creció dentro de él, quería tocar esos tiernos huequitos.

—Me agradas— dijo Namjoon sin borrar su sonrisa.

Un pequeño sonrojo pinto las mejillas de Hoseok mientras susurraba un "tu también me agradas" para después prestar atención a su clase. Para el alfa había sido una gran sorpresa el hablar tranquilamente con un Omega que no se le insinuaba de forma descarada.

Tenía que decirle sobre eso a Yoongi.


[...]

Cuando llegó la hora del almuerzo, Hoseok quería invitar a comer al moreno, pero esté tomo sus cosas de manera rápida y salió sin voltear a ver a nadie. Lo vio lanzarse a los brazos de alguien más bajito y después, simplemente los vio desaparecer en alguno de los pasillos.

La molestia e incomodidad se hizo presente cuando el omega lo ignoro.

—¡Hobi!— sintió su rostro enrojecer por la vergüenza cuando noto la presencia de su pareja.

—Yoongi— respondió antes de abrazarlo por los hombros y jadear de manera molesta.

—¿Sucedió algo malo? ¿Te molestaron?— interrogó preocupado. No quería que volvieran a molestar a su alfa, para Yoongi, Hoseok seguia siendo un cachorro.

—Estoy frustrado Yoonie

—¿Por qué?

—Ese Omega me ignoro— se quejo y sin previó aviso, mordió el hombro del mayor como una manera de demostrar su molestia.

—¿Que?— estaba ahora más confundido y su hombro dolía.

—El chico de aroma a durazno me habló durante la clase, me dijo que le caía bien y después me ignoro para irse con quién sabe quien a quien sabe dónde.— respondió de manera rápida para al final soltar un suspiro. Había dicho lo que le afligía y ahora se sentía tranquilo.

—Entiendo... ¿Almorzamos?— fue la única respuesta de Yoongi pero aun así Hoseok respondió con un asentimiento.

Ambos tomaron el mismo camino que los demás para dirigirse al comedor pero sus pensamientos estaban centrados en una sola persona, la duda crecía cada vez que estaban cerca de él. Yoongi incluso se sintió inseguro cuando Hoseok mostró su molestia.

¿Tal vez a su hobi le empezó a interesar los Omegas?

No iba a pelear o reclamar, si su pequeño alfa es feliz con esa persona, él estaría dispuesto hacerse a un lado.

Pero lo que Yoongi no sabía era que Hoseok tenía el mismo pensamiento. Si el alfa mayor deseaba perseguir al Omega, el no se iba a interponer.

Por qué ambos deseaban la felicidad del otro.

—Disculpen... ¿se pueden hacer a un lado?

Esa voz, conocían perfectamente esa bonita voz. Cuando ambos se voltearon supieron una sola cosa.

Yoongi no buscaría pelea, Hoseok no se interpondrá, ninguno se haría a un lado por qué ambos querían lo mismo.

Querían a Kim Namjoon.

Ese omega más alto que ellos, con un cuerpo corpulento y una presencia intimidante, una mirada que penetra el alma, un par de hoyuelos que iluminan su bonito rostro y ese perfecto y adictivo aroma a durazno.

Los dos alfas estaban totalmente sorprendidos por sus propios pensamientos. Se estaban empezando a volver unos adictos y su adicción tenía nombre y apellido.

—¿Se van a mover, si o no? Están estorbando— soltó un pequeño gruñido ante la falta de atención en ambos alfas. Namjoon estaba empezando a frustrarse por la poca acción.

—¡Estorban!— grito de manera molesta mientras los empujaba para poder pasar al comedor, llevaba cinco minutos parado, esperando a que se hicieran a un lado pero se habían quedado como idiotas viendolo fijamente.

Namjoon creyó que esos dos eran diferentes pero al parecer, eran igual de imbéciles que el resto.





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Uy, uy, aquí huele a problemas 👀 veremos qué harán nuestros niños para acercarse a Namjoon JSKSJSK

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