Capitulo 3 (Curiosidad)

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Ambos alfas estaban seguros de algo o más bien, querían asegurarse de algo y para eso necesitaban encontrar al dueño de la camisa. No lo hacían para buscar un poco más del aroma del Omega, claro que no, solo querían regresarle su ropa y saber si le resultaba desagradable su relación.

Querían saber si era igual que los demás, si los despreciaba por ser de la misma casta. Hoseok y Yoongi necesitaban esas respuestas para continuar con su vida y olvidar todo ese problema. Tal vez si lo veían una vez más, su desagrado contra los Omegas seguiría presente.

Aunque también querían entender un poco si sus lobos buscaban el aroma del contrario solo por capricho al ser suave y dulce. No era tan hostigoso, ni tan desagradable, era un aroma que provocaba a sus lobos mover la cola como un par de perros adiestrados.

Y eso les molestaba e incomodaba, nunca se habían sentido así, mucho menos con ellos mismos.

Así que su búsqueda los llevo a investigar toda la universidad pero no encontraban rastro del joven moreno. ¿cómo rayos desaparece un Omega sin que los demás lo notarán? En sus cabezas surgió la idea de que tal vez se fue a casa por la vergüenza de andar semidesnudo por los pasillos de la universidad.

Si, tal vez sea eso.

[...]

Se aferró tanto como sus manos se lo permitían al escritorio en el que se encontraba acostado. Las lágrimas descendían por sus mejillas de manera vergonzosa y sus labios estaban sellados por la tela de una camisa blanca.

Los únicos sonidos que lograba soltar eran jadeos entrecortados y el fuerte chasquido de su piel siendo maltratada. Sus piernas temblaban ante cada movimiento brusco que surgía contra su cuerpo y su cintura era sujetada de manera posesiva por unas pequeñas y delicadas manos.

Que a pesar de verse lindas, dejaban grandes marcas en su piel.

—¿Te gusta hyung?— ronroneo entre suspiros contra su oreja su bonito novio, que en esos momentos le estaba dando las mejores sensaciones.

—Mmm...— gimió contra la tela cuando el menor sujeto su cuello y lo hizo moverlo para mostrar las marcas echas por él.

Jimin era un grandioso Omega dominante. Ese joven alegre lleno de ternura era un posesivo que se encargaba de marcar su piel para demostrar a quien le pertenecía y Namjoon orgullosamente demostraba que era suyo.

Por qué él no tenía vergüenza en mostrar las preciosas marcas echas por Jimin a los demás. Mucho menos gemir su nombre cada vez que era tomando por él.

Namjoon era de Jimin y de nadie más por qué su Omega le pertenecía a ese Omega celoso que arremetía con dureza contra sus nalgas adoloridas por los golpes anteriores.

Por qué también Jimin detecto ese suave aroma a pino en su piel provocando que los llevará a esa situación.

—Vamos Hyung, correte para mí— apretó su agarre en las caderas del moreno asta el punto de enterrar sus dedos en su piel, sabiendo que dejaría unas notables marcas y eso lo hacía sentir orgulloso por sus actos.

Saco la tela de sus labios y grito en alto el nombre de su pareja mientras se corría contra el escritorio donde estaba tumbado. Pero su voz no se detuvo ya que el más joven siguió  embistiendo para alcanzar su propio climax.

—Jimin... Por favor— susurro entre sollozos por la sobre estimulación en su cuerpo sensible.

—Un poco más Namjoon, solo un poco más...— apretó los dientes y dejó caer su cabeza contra la espalda del moreno mientras se derramaba dentro del mayor.

—Oh.. Jimin— jadeo ante la cálida sensación bañando sus paredes, se sentía satisfecho y feliz por recibir muy bien a su omega.

Su lado sumiso era una mierda pero en ocasiones lo ayudaba a disfrutar en momentos como esos.

Después de aquella acalorada situación, Namjoon se encontraba entre lo brazos del más bajito recibiendo besos en sus mejillas y caricias en sus cabellos. Le gustaba cuando su novio le daba cariño después del sexo. Le relajaba el aroma a fresas que desprendía Jimin cada que estaban juntos.

—¿Fui muy rudo?— le pregunto entre susurros sin dejara de repartir pequeños besos en las mejillas y labios del Omega mayor.

—Estoy bien Jimin-ah, me gustó— ocultó su rostro en el cuello del más joven al sentirse avergonzado, estaba un poco sensible y no entendía el por que.

—¿Por qué estabas desnudo, Namjoonie hyung?— le pregunto después de un rato, esa pregunta la tenía desde que lo vio en el pasillo pero todo se salió de control cuando un feo aroma le llegó a la nariz. Su Namjoon había tenido un aroma desconocido en su cuerpo y eso no le agrado mucho.

—Choque con un par de alfas y el aroma de uno de ellos se impregnó en mi ropa, me la tuve que quitar por qué me sentí incómodo— respondió sin alejarse del cuello de Jimin, estaba buscando marcarse a si mismo con el suave aroma del Omega.

—No sea tan impulsivo hyung, muchos de nuestros compañeros lo vieron sin camisa— hizo una pequeña mueca al imaginar como los alfas verían a su novio.

—Lo siento, no volverá a pasar— salió de su escondite para poder ver a Jimin y robarle pequeños besos que empezaron a subir de tono.

Y hubiesen continuado si no fuera por dos personas que interrumpieron en su momento más íntimo.

Ese par de desconocidos habían abierto de manera salvaje la puerta mientras se comían a besos. Si no fuera por qué uno de ellos alzó la mirada y noto a ambos Omegas, la situación se hubiera vuelto incómoda.

Más de lo que ya era.

—Espera... detente— con ambas manos empujo a su pareja asta hacerlo caer al suelo obteniendo un quejido de dolor.

—Que mierda... Oh— iba a empezar a quejarse pero el aroma a fresas y durazno llegó a su nariz. Volteo hacia la dirección donde provenían tales aromas. En esos momentos sintió vergüenza y molestia.

Vergüenza al ser visto de la manera más vergonzosa y molestia por ver a ese Omega con aroma a durazno sobre el escritorio con el otro omega metido entre sus piernas.

—Lo siento, no queríamos interrumpir...

—No hay problema, nosotros ya nos íbamos— respondió Jimin con una bonita sonrisa.

Sonrisa que se borró al detectar el aroma a pino que minutos atrás su novio tenía en su piel. Tomo con delicadeza las manos de Namjoon para ayudarlo a bajarse y de manera posesiva envolvió su cintura con su brazo mientras se acercaban a la salida.

—Nos vamos primero, el lugar es todo suyo— dijo antes de salir sin voltear atrás con Namjoon en sus brazos evitando que los viera.

—Ese era...

—Si, es el duraznito, pero estaba muy acaramelado con ese Omega— se acomodó en el suelo en la posición de indio y recargo su mentón en su mano mientras pensaba en todo lo que estaba pasando. Su mirada viajo a la camisa que aún traía en sus manos Hoseok.

—ahora tengo más curiosidad— Dijo Hoseok mientras tomaba asiento al lado de su pareja. Ahora se sentía más avergonzado.

Si no fuera por la presencia de ambos Omegas, tanto él como Yoongi habían terminando haciendo cosas indebidas con el suave aroma a durazno que desprendía la prenda.

Si se estaban volviendo locos.



🕴️

El Yoongi y el Hoseok ya se quieren comer la torta de Jimin sin saberlo 😤

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