Pequeñas Aventuras

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Mi tiempo en la escuela pasó más lento de lo normal, creo que es porque no puedo esperar para ir a la bodega con Paulina, me dejaron un montón de tarea que no es normal:

- Una exposición de la Segunda Guerra Mundial

- Una maqueta del sistema solar

- El resumen de un libro que nos mandaron leer

Voy a morir sepultado por mi tarea, pero me toca llegar a adelantar lo más que pueda porque a las 9 tenía la cita más importante de mi vida con la mujer más importante para mí en este momento: Paulina.

A penas sonó la campana, salí corriendo a mi casa, no me despedí de nadie aunque debería ser más cortes con mis nuevos amigos. Llegue y comí rápidamente.

Esther: ¡Francisco Martínez! Come más lento que no estas masticando bien

Frank: Perdón mamá pero tengo mucha tarea y quisiera empezar rápido

Esther: Yo sé que te di permiso para salir con tu novia pero no es para que comas como un cerdo

Frank: ¡No es mi novia! o por lo menos no por ahora

Esther: Como sea, come bien o te castigare

Frank: ¡Mamá!

Me toco empezar a masticar bien y en cuestión de minutos había acabado. Subí a mi cuarto, tome el libro que me correspondía leer "Sueño de una noche de verano" de William Shakespeare. 128 páginas de un libro muy aburrido que no entendí, así que busque el resumen en internet. En un par de minutos ya había escrito todo al cuaderno y todavía me faltaban 2 horas para verme con Paulina.

Después de terminar la maqueta y haber investigado un 25% de la Segunda Guerra, tome mi campera, metí en mi mochila una linterna, agua, algunos paquetes de cheetos y salí de mi casa con un propósito: demostrarle a Paulina que soy lo suficiente valiente para acompañarla en esta aventura.

Llegada la hora, Paulina llego al campo de futbol, traía una campera GAP, unos vaqueros, unas converse negras y una mochila más grande que la mía, no sé si era para llevar muchas cosas o porque traía varias cosas.

Paulina: Hola Romeo *dice de forma burlona*

Frank: Hola Julieta *respondo siguiendo su juego*

Paulina: ¿Preparado?

Frank: Y totalmente dispuesto

Paulina: Ok, vamos

Agarramos un taxi y Paulina dio las indicaciones, el taxista nos miró raro pero nos llevó al sitio, era un lugar donde había muchas bodegas pero estaba abandonado, no había ni cámaras ni un guardia del que tuviéramos que preocuparnos. Pague el taxi (como buen caballero que soy) y nos dirigimos a la puerta, tenía un candado y una cadena, pensé por un momento que hasta ahí había llegado nuestra aventura.

Frank: Muy bien, ¿y ahora qué?

Paulina: Tengo más cosas bajo control *abrió su mochila y saco unas pequeñas herramientas*

Frank: ¿Qué es eso?

Paulina: Herramientas de cerrajero, mi abuelo las usaba para ayudar a abrir la puerta cuando alguien perdía la llave de la casa

Agarro el candado y comenzó a usarlas, a mis ojos se veía que no iba a poder pero rápidamente esa idea desaparición cuando el candado de abrió y Paulina retiro la cadena. Entre los dos abrimos las puertas y comenzamos a caminar, el lugar era bastante grande.

Paulina miraba fijamente el número de cada bodega, eso significaba que sabía exactamente cual estábamos buscando. Se detuvo frente a una de las bodegas, la N° 33-B

Paulina: Es aquí

Frank: ¿Necesitaras volver a forzar el candado?

Paulina: Si, necesito tu ayuda

Frank: Lo que necesites princesa

Paulina: ¿Tienes linterna?

Frank: *La saco de la maleta* Siempre estoy preparado

Paulina: Bien, necesito que me ilumines porque el candado esta contra el suelo y no puedo ver nada

Paulina se agacha y yo me siento en el suelo, prendo la linterna y ella comienza su trabajo. Con la luz miro sus facciones y las detallo en mi mente, su pelo aunque este recogido en una coleta, sigue siendo tan brillante como siempre, sus mejillas rosadas por el frio, sus labios que se muerde cuando se concentra y una mirada fija en lo que está haciendo.

Paulina: Por fin *interrumpe mis pensamientos* este fue más difícil, ayúdame a levantar la puerta *se levanta del suelo*

Agarramos la puerta que pesa como un elefante con sobrepeso y la tiramos para arriba, sube sin problema y un seguro evita que se nos caiga encima.

El lugar esta oscuro, hay un montón de cajas y escucho algunos rasguños, de pronto sean algunas ratas, no me dan miedo porque yo tuve una cuando era pequeño.

Empezamos a abrir cajas, solo hallamos ropa vieja y algunos libros, algunas vasijas y vajilla

Paulina: Estoy perdiendo mis esperanzas *se lamenta*

Frank: Tranquila, hallaremos algo *la abrazo para consolarla*

Paulina: Gracias por venir Frank, sin ti estaría desesperada

Frank: Lo que sea por vos *me suelta*

Paulina: *Sonríe* sigamos buscando

Nos dirigimos hacia el fondo y confirmo mis sospechas, las ratas pasan corriendo por nuestros pies, pero Paulina está tranquila. Revisamos las últimas cajas y de pronto oigo un grito de alegría

Paulina: ¡Encontré algo!

Frank: ¿Qué es?

Paulina: Un balón de football americano

Frank: ¿Por eso tanta alegría? si quieres te regalo el mío

Paulina: No tonto, ¡esta autografiado por Jerry Rice! ¡El mejor receptor de la NFL de todos los tiempos!

Frank: ¡Por Dios! ¡Esto es asombroso! *saltamos y nos abrazamos*

Paulina: Gracias por animarme

Frank: No, gracias a ti por traerme a esta aventura

Paulina: *Me suelta* Cerremos esto y salgamos

Paulina saca una bolsa Ziploc grande y guarda el balón, realmente vale mucho para ella. Cerramos la bodega y volvemos a colocar el candado, salimos del lugar y colocamos el otro candado, nadie puede saber que hemos "recuperado un objeto abandonado de una propiedad olvidada" una manera elegante de decir que se lo robamos a alguien que olvido que tenía una bodega.

Vamos caminando y llegamos al campo de juego, nos detenemos y nos miramos

Frank: Gracias por esta aventura tan maravillosa

Paulina: Sin vos no hubiera sido lo mismo

Frank: *Agarro sus manos* ojala algún día te pueda demostrar lo mucho que te quiero

Paulina: Ya lo has hecho *me sonríe*

La atraigo hacia mí, esperando que no me dé una cachetada y le doy un pequeño beso en la boca, mi primer beso damas y caballeros, con Paulina Rossi, ¡Oh yeah!

Nos separamos y veo su cara, me sonríe, yo le correspondo esa sonrisa también, me devuelve el beso y lo acepto gustoso.

Paulina: ¿Nos vemos mañana en la escuela?

Frank: Si, tengo que llegar a terminar el resumen de la Segunda Guerra *se me olvido que yo tengo tareas por realizar*

Paulina: Hasta entonces *me besa la mejilla* adiós Frank

Frank: Adiós Paulina

Paulina: Solo dime Pau

Frank: Adiós Pau

Me dirijo a casa con la cara de un boludo enamorado, hace frio pero no me importa, este ha sido el mejor día de mi existencia.

Una Pasión... Un Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora