Una Propuesta

130 12 0
                                    

Soy feliz, un chavo muy pero muy feliz, no solo porque ya tengo a la mujer de mi vida enamorada de mí, sino que jugamos nuestro primer partido oficial como equipo y ganamos. La historia comienza de esta manera:

Me encontraba durmiendo en mi cama, eran las 6 de la mañana y de pronto mi sueño fue interrumpido por unos golpes en la ventana, pensé que era la rama del árbol que se encontraba afuera, pero eran unos golpes más livianos entonces mire por la ventana y alguien estaba lanzando piedritas a mi ventana, abrí la ventana y una piedra me dio en la mejilla, mire abajo y era Robín, mi querido y futuro cuñado.

Frank: Robín no sé si vos no te has dado cuenta pero no ha salido el sol *digo acariciando mi mejilla donde me lastimo*

Robín: Pe... Perdón

Frank: Tranquilo *le sonrió* ¿vos que necesitas?

Robín: Mi... Mi hermana me mando a buscarte porque te... tenemos un juego contra el equipo de Carlos

Ese gilipollas quería lastimar a Pau, es mi hora de vengarme y destrozarle el orgullo, le dije que me esperara, me di una ducha rápida, me puse lo primero que halle, agarre mi mochila y metí ropa de cambio, mi balón, mis protecciones y mi casco.

Frank: Listo

Robín: *Me da una bolsa* Es tu uniforme, tu eres nuestro center

Frank: ¿Pero? solamente somos siete, nos hace falta cuatro más para completar el equipo

Robín: Mis hermanos van a jugar con nosotros

Frank: ¿Tienes más hermanos? *esto es algo nuevo para mí, Pau nunca había mencionado que tenía más hermanos*

Robín: Si, en total somos seis pero mis otros hermanos no viven con nosotros, viven con nuestra madre y solo vienen a visitarnos de vez en cuando

Frank: *Con razón no conozco a mi futura suegra* ok vamos

Fuimos al campo donde Pau parecía más seria, se toma demasiado en serio este deporte y creo que tener un juego tan importante hace que sienta más presión, es la Quarterback (el mariscal de campo, o sea la líder ofensiva) y no puede fallar. Entrenamos duramente, no pude intercambiar palabras con Pau, se veía estresada y no quería que se desquitara conmigo.

Los hermanos de Paulina son mucho más grandes, el mayor tiene 18 años, se llama Javier, sigue los mellizos de 16 años Ada y Zoel, para finalizar esta el "raro" de Federico, pues habla más ingles que español y no le entiendo absolutamente nada (soy pésimo para los idiomas). Nuestro entrenador era su padre que tenía más conocimiento que Pau (y eso que ella podría darme clases a mí sobre este deporte), nos dio una táctica defensiva ya que el equipo de Carlos no es que fueran unos amateurs.

No seré tan especifico con nuestras posiciones y la función de cada uno; vamos no estoy escribiendo un libro deportivo, solo cuento una anécdota de mi vida. Llegado el momento decidí ponerme el uniforme, el pantalón era blanco, la polera tinta y blanco, yo era el número 10. Mi casco encajaba perfectamente porque era negro, un color que según las mujeres combina con todo (mi madre me lo compro por si algún día la utilizaba en serio).

Las gradas del campo se llenaron, aunque no sé cómo las personas no se molestan porque no hay asientos sino escalones de concreto, había vendedores de hamburguesas y de helado, me antoje pues tenía hambre pero me toco comer algo ligero para evitar vomitarme y ser el tonto de toda la temporada. Había algunas unas personas con banderines del color de nuestro equipo, solo reconocí a nuestros profesores. Nuestro equipo son "los pitbulls tackleadores", el nombre lo escogió Teo porque "le parecía guay". El equipo de Carlos era "las águilas vengativas".

El primer tiempo fue horrible, parecía que íbamos a perder porque cada 5 minutos uno de los nuestros estaba en el suelo. Según lo que sabía el mayor de los chavos de ese equipo tenía 15 años, aunque parecía que tuvieran más años, por ahí unos 21 años. No nos anotaron un touchdown pero nos acabaron, aun así aunque alguien le fracturaran el cuello (cosa que no paso) debíamos seguir jugando porque no teníamos remplazos para nadie.

El segundo tiempo ganamos fuerza, ya no nos derribaban y podíamos acceder a sus líneas enemigas más fácilmente. Iba con el balón y Carlos me derribo, forcejeamos para agarrarlos y me dio un puño en el estómago que me dejo sin aire en el suelo, pararon el juego, lo sacaron del campo y lo reemplazaron, no sé de donde saque la fuerza interior para levantarme, me aplaudieron y seguimos jugando. Cerca de finalizar, Teo le paso el balón a Diego y anotamos, nos pusimos encima de él y lo abrazamos, Teo se puso encima mío y casi me aplasta como tortilla.

Descasamos un momento y según lo normal, el medio tiempo pasan las porristas a hacer sus coreografías para animar a su equipo. Las chicas de las águilas hicieron mil maromas como los del Circo du Solei, nosotros nos conformamos con Diego y Tyler bailando "Saturday Night Fever" con pompones y haciendo el ridículo, necesitamos mejores porristas, que por lo menos sean niñas y no les guste la música disco.

El tercer tiempo de entrada marcamos otro touchdown, fue algo que nos dio más motivación para seguir, mire a las bancas de las águilas y Carlos me miraba como si quisiera matarme, decidí que cuando acabara todo me iría con mis padres porque me daba miedo estar solo para que el me agarre y me mate. Algo que no comprendí es que su entrenador me miraba, según Paulina no es de nuestra ciudad sino de Matacos, el departamento vecino al nuestro.

Terminado el cuarto tiempo, el equipo y yo nos abrazamos, decidimos esperar a que las personas se fueran y hacer una fogata, me separe un momento de ellos para ir al baño. Al salir me encontré con el entrenador de nuestro equipo enemigo.

???: Hola Chavo *noto cierto acento en su voz*

Frank: No tengo plata y mis padres me están esperando

???: No te voy a hacer nada, me presento soy Christopher Adams, te estuve observando

Frank: ¿Y la razón es?

Christopher: Soy ex entrenador del equipo de football de una universidad en Philadelfia, me vine a vivir a Argentina porque quería entrenar a personas que nunca antes habían jugado, como si estuviera creando algo nuevo

Frank: Sigo sin entender *me cruzo de brazos*

Christopher: Vos tienes potencial, deberías jugar en las grandes ligas

Frank: Si, es mi sueño pero espero que un entrenador de algún equipo de acá me contrate

Christopher: Hablo de estados unidos, ¿vos no has pensado en tener una beca deportiva?

Frank: Si pero todavía no estoy en la preparatoria

Christopher: Si me dejas ayudarte, hare de tu un excelente jugador, con una gran beca y al que se le abrirán muchas puertas

Frank: No estoy seguro, debo consultarlo con mis padres y tengo mi equipo

Christopher: No te pido que te entres a mi equipo, solo que me dejes entrenarte para poder grabar tu proceso y enviarlo a la universidad

Frank: *Suena bastante tentador* Escuche, tengo que ir a celebrar con mi equipo cualquier cosa lo contactare

Christopher: Esta bien *me da una tarjeta* ahí tienes mi número y mi correo, cualquier cosa estaré dispuesto

Frank: Gracias

Fue un momento muy raro y la verdad me está ofreciendo la oportunidad que siempre quise, pero algo en mi interior me dice que no debería porque está mal, no se tal vez necesite un tiempo para analizarlo con más cuidado y pensar bien las cosas.

Una Pasión... Un Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora