Capitulo 7. La prisión.

209 26 2
                                    

Guillermo fue recluido en su propio cuarto, se les dijo tajantemente a Frank y Alex que no le dejaran salir inclusive se habían trasladado a su piso para tenerlo más supervisado y evitar así que se escapara.

Frank sostenía una bandeja de comida para Guillermo, fue enfrente de la puerta de Guillermo y golpeo varias veces, no recibió respuesta, como cada día. Guillermo en el momento que le separaron de Samuel fue como si le arrancaran el alma: no comía, no hablaba, no vivía... Se pasaba los días sin hablar, los únicos sonidos que se oían a través de la puerta eran sollozos y susurro ahogados. Frank abrió la puerta y lo vio tumbado abrazando la almohada llorando.

-Guille... deberías comer.- dijo Frank desde el marco de la puerta. Guillermo no respondió y Frank recogió la bandeja del día anterior y se retiro volviendo ha cerrar la puerta y volviendo al salón donde se encontraba Alex que al verlo con las bandejas su rostro se volvió de desesperación.

-¿Sigue sin comer?- pregunto Alex y Frank afirmo con la cabeza. -Joder, deberíamos hacer algo, si no morirá de hambre.- 

-Ya ¿y que hacemos?- respondió Frank dejándose caer en el sofá.

-¿Se lo decimos a Borja?- pregunto Alex mirando fijamente a Frank.

-Si, vamos.- Alex y Frank fueron a tomar camino hacia el despacho de Borja, se despidieron de Guillermo pero este no respondió.

Tocaron a la puerta y desde dentro la voz autoritaria de Borja les dio permiso para pasar. Estos se adentraron y encontraron a Borja sentado y ordenando papeles.

-Hola, ¿que se les ofrece?- pregunto Borja dando un sorbo a una taza cercana.

-Es por Guillermo.- respondió Alex agachando la cabeza.

-¿Que le pasa?- cuestiono levantándose de la silla y apoyándolas manos en la mesa inclinándose hacia adelante.

-Desde que lo llevamos a casa no come, no duerme, solo se dedica a mirar fijamente al techo y sollozar por las noches.- dijo Frank desesperado y preocupado.

-Tiene un aspecto pésimo.- recalco Alex

-Vamos a verlo.- dijo Borja irguiéndose y tomando camino hasta la puerta.

 Alex y Frank le siguieron hasta la casa de Guillermo. Al entrar llevaron a Borja hasta el cuarto, el llamo a la puerta repetidas veces y al no obtener respuesta pego la oreja en la puerta para intentar escuchar algo.

-Guillermo, soy Borja voy a entrar.-

Borja abrió lentamente la puerta y Guillermo se encontraba en la misma posición de antes.

-Guillermo ¿estas bien?- pregunto Borja pero Guillermo no respondió -Si esto es por la tontería del nuevo estas perdiendo el tiempo.- 

-Si solo le dieras una oportunidad.-Guillermo contesto con un hilo de voz acompañado con dos lagrimas caídas de sus ojos.

-Ya te dije que no.- Guillermo no contesto y un silencio bastante incomodo se creo.-Bueno, mañana puedes reincorporarte al trabajo y Alex y Frank ya no serán tus niñeros.- dijo esto Borja salio de aquella casa. 






Separados por el limbo. [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora