Capitulo 6. No te perdere, otra vez no.

430 36 10
                                    

Guillermo nada más ver a Samuel se dirigió hacia a él. Sus ganas eran deseosas e incontrolables a cada paso que se acercaba, cada vez más rápido pero alguien se interpuso en su camino.

-¿Que hace un ángel aquí? ¿Te has perdido? - Pregunto una mujer joven, Guillermo se giro para visualizarla: era rubia, unos ojos marones y llevaba puesto un precioso y escalofriante vestido rojo con bordado negro y unas mangas que cubrían sus manos, en su espalda se encontraban las alas del Castigo eran negras y parecidas a las de un murciélago. Guillermo la reconoció inmediatamente, era Lana, la jefa del Castigo Eterno esta siempre andaba cerca de Borja.

-Ah, Lana. Yo. Me mando Borja.- dijo Guillermo dudoso al intentar salir del paso.

-¿Y para que te ha mandado Borja si se puede saber? - Pregunto Lana desconfiada ante Guillermo.

-Pues para dar una vuelta y ver si todo iba bien y para saber como iba el nuevo...- dijo Guillermo.

-¿Y por que no me lo pregunto a mi? - dijo Lana cruzándose de brazos -¿Que estas tramando Guillermo? - cuestiono Lana.

-Yo ... Quería ver al nuevo ...- dijo Guillermo agachando la cabeza.

-Borja me aviso de que lo intentarías ver y me contó la escena que hiciste cuando se lo llevaron.- dijo Lana volviendo la vista a Samuel que seguía picando piedra. -¿Por que tanta obsesión con él?

-Solo quiero ayudarle ... Solo busco pruebas para el Axceka. El es bueno y solo quiero darle una segunda oportunidad a la que todos tenemos derecho. Déjame ir con el necesito hablarle y decirle que todo saldrá bien. Nunca había sentado un aprecio tan grande por nadie en tan poco tiempo...- dijo Guillermo al borde de las lagrimas.

Lana volvió la vista a Guillermo quien permanecía aguantando las lagrimas que ardían en sus ojos. Lana quedo en silencio hasta que compasiva levanto la cabeza de Guillermo.

-Ve con Samuel.- dijo Lana - Pero que no te pillen. Yo no se nada.-

Guillermo al oír esto abrazo a Lana y se dirigió hasta el puesto de Samuel.

-¡Samue!l - Grito con entusiasmo Guillermo. Samuel al oírlo soltó el pico y se quiso acercar a Guillermo pero el grillete en su tobillo se lo impedía.

-¡Guillermo! ¿Que haces aquí?- confuso Pregunto Samuel.

-He venido ha verte, no aguantaba mas sin ti.- dijo Guillermo atropellando sus palabras y hablo tan deprisa que Samuel tardo en responder.

-No aguanto más aquí - dijo Samuel desesperado y cansado

-Tranquilo, yo te sacare de aquí en cuanto pueda - dijo Guillermo tomando las manos se Samuel con cuidado y esbozando una sonrisa.

Y así fue un día tras otro Guillermo conseguía ir a visitar a Samuel. Sus amigos sabían perfectamente a lo que se dedicaba Guillermo y de mil maneras trataron de pararlo pero Guillermo no estaba dispuesto a separarse de Samuel.

Guillermo como casi todos los días se dirija de nuevo al Castigo Eterno se acercaba a la puerta pero esta vez Borja acompañaba a Rubén.

-Guillermo, ¿a donde vas?- cuestiono su jefe cruzándose de brazos.

-Yo... - dijo Guillermo mirando a Rubén pero este, con pena, aparto su mirada.

-¿Ibas a ver a Samuel?- Borja miro enfadado a Guillermo - Has ido al Castigo Eterno, has hablado con un condenado y no hablemos de cuando lo mandaste al Paraíso después de ver su informe... Guillermo te daré solo una oportunidad más. No te castigare de ninguna forma pero jamas volverás ver a Samuel.- sentencio Borja haciendo que Guillermo llorara de impotencia y cayera al suelo de rodillas.

-Por favor Borja, déjame verlo. No es malo si solo...- los llantos de Guillermo fueron interrumpidos.

-No, cállate. Frank Alex, llevarlo a casa.- mando Borja y enseguida Frank y Alex levantaron a Guillermo del suelo y el, cansado, se dejo llevar, casi ya no tenia fuerzas. Cuando llegaron a casa sin mediar palabra Guillermo se encerro en su cuarto. Frank y Alex, que permanecían al otro lado de la puerta, oyeron los fuertes y ahogados sollozos de Guillermo. Ellos no sabían como responder decidieron dejarlo solo.

Separados por el limbo. [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora