˚ ༘✶ ⋆｡˚ ⁀➷【Lo prohibido es mucho más apetecido】
¿Enamorarse de su profesor?
Zephyr se preguntaba eso, desde que el profesor llego en sexto año, alguien seco al hablar y malhumorado al enseñar, un hombre que claramente no podria conseguir pareja a...
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(🧸🔥) oh no...
❝Maybe I'm too busy being yours to fall for somebody new❞
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ZEPHYR CAMINABA TRANQUILAMENTE JUNTO A SU MEJOR AMIGA, hacia el tren que las llevaría a Hogwarts. Ya era su sexto año, y al final de las vacaciones se había quedado con los Avery, porque sus padres estaban en su sexta luna de miel. Lo más curioso es que, aunque parecía algo común, la razón era especial: los señores Burke habían decidido renovar sus votos cada cierto tiempo, dado que su boda original no había sido como ambos querían. Así, en cada ocasión posible, se juraban amor eterno nuevamente.
La única hija de los Burke, Zephyr, siempre era bienvenida en casa de su mejor amiga, Keira. Esta solía poner como excusa que no quería que Zephyr tuviera que escuchar a sus padres en medio de su felicidad nocturna mientras ella intentaba dormir. Así que le permitían quedarse unos días, incluso meses. Aunque los Avery no tenían problema con la presencia de Zephyr, ella se sentía un poco incómoda, ya que pensaba que los padres de Keira debían aguantarla a ella y sus 'estupideces', como ella misma las llamaba.
Durante estos años en el Instituto de Magia, habían pasado muchas cosas, tanto buenas como malas, como la trágica muerte de Cedric Diggory, un chico de Hufflepuff que falleció tras un mal hechizo durante la Copa de los Tres Magos. Zephyr aún lo recordaba; aquello sucedió en la última prueba, y parecía que Cedric no dominaba bien el conjuro. Si un hechizo no se manejaba correctamente, las consecuencias podían ser terribles.
Otro tema recurrente en sus años en Hogwarts eran los constantes cambios de profesor de pociones. Para los estudiantes que llevaban años en el colegio, adaptarse a un nuevo método de enseñanza era agotador. Algunos profesores eran excelentes, pero otros resultaban un desastre. Los que se iban decían que era porque les pagaban mal, pero la mayoría era debido a las quejas de los padres ante la dirección. Zephyr y Keira incluso estuvieron involucradas en la posibilidad de cambiar de escuela, pero ambas se negaban a dejar Hogwarts, sin importar la calidad de los profesores.
