¡Shut Porn! - yeongyu

13

Yeonjun acomodaba sus pertenencias en una maleta.

No tenía muchos ánimos de empacar, pero era hora de irse de ese lugar. Dejaría muchas cosas en el departamento para que después las arrojaran a la basura, por ahora solo se llevaría lo necesario, algunas prendas de ropa y sus cámaras.

Su cabello cada vez se tornaba más oscuro, llegando ya a un color castaño descuidado. Soobin le había dicho que ya era hora de volver a aplicar el tinte de cabello, que de hecho el lo haría, pero no tenía ganas de nada...

Estaba más nervios de lo normal últimamente, su apetito había disminuido a solo comer una porción de alimentos al día, su ansiedad había vuelto a ser más percistente, y aunque luchaba con todas sus fuerzas, las inmensas ganas de autolesionarse lo querían vencer.

No solo estaba así por Beomgyu. La razón más grande era esa mujer...

Se iría a otra ciudad, a un lugar donde esa pelicastaña no le encontrara. Estaba pensando en cambiarse incluso su color de cabello, pero aún no se elegía.

Las bolsas oscuras que estaban debajo de sus ojos se remarcaban más, y es que no había dormido mucho.

Al terminar de empacar, salio de su departamento. Iría al supermercado a comprar algo de ramen para comer, ya que el dolor de estómago por la falta de alimentos lo estaba desconcertando de más.

Observó como las puertas del ascensor se cerraban, así que corrió lo más que pudo, poniendo su pie antes de que las puertas se cerraran, logrando que volvieran a abrirse y se adentrará al pequeño lugar.
Vaya sorpresa se llevó al encontrarse al pelirosa de la vez pasada en ese lugar. Hizo todo lo posible por ignorarlo. No sé iría, no quería quedar como un cobarde, así que firmemente se arrecosto en el espejo del ascensor, observando su celular aunque no estuviera viendo nada en específico.
Su plan estaba funcionando hasta que el más bajo le llamo.

— ¡Eh, tu! Eres el de la otra vez.

Yeonjun, alzó su mirada observandole fíjamente, haciendo retroceder un poco al pelirosa.

— Así es.

El más bajo chasqueo la lengua, rodando los ojos para después apuntarle. — Por tu
jodida culpa Beomgyu ya no quiere verme.

Yeonjun le observo con una ceja levantada, apagó su celular y lo guardo en el bolsillo, cruzando de brazos.

— ¿De que hablas, jodido idiota? Si tú y Beomgyu se revuelcan y después el decide no hablarte no es mi culpa. El puede hacer lo que quiera con quién quiera. El mismo me lo dijo.

— Pues te mintió, porque me maldijo hasta mi día de nacimiento.

Dicho eso último, salió del ascensor que ya había llegado el primer piso y se dirigió a su auto. Yeonjun, quien aún estaba observandolo, sintió una pequeña esperanza.