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Su cuerpo ensangrentado, temblando y sentado en la ducha, el agua corriendo por todo su frío cuerpo y el ardor del tacto de una pluma

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Su cuerpo ensangrentado, temblando y sentado en la ducha, el agua corriendo por todo su frío cuerpo y el ardor del tacto de una pluma. Su vista fija en el agua sangre caer por el drenaje, sintiendo aún más ganas de desgarrar su piel con sus uñas.
Y es que se sentía sucio, quería terminar con ese sentimiento, quería dejar se sentirse... Sucio.

Después de volver de su inconsciencia, fue obligado a hacer muchas cosas. Cosas que no deseaba hacer pero que su cuerpo no le permitía prohibir, pues se sentía sin energías.
¿Que tipo de crueldad había hecho esa mujer para que Yeonjun, un joven de 22 años, sintiera tanto terror por alguien que se observa mucho más débil que el?

Tantas atrocidades que eran imposibles de digerir.

A pesar de que ya hace más de 20 minutos había intentado salir de ese pequeño lugar, sus piernas no funcionan, no tiene mucho contror sobre su cuerpo, y lo único que desea es desgarrar incluso su alma.
Tal vez terminar con su vida no sonaba tan mal, pero sus manos no funcion para tomar una navaja y desquitarse con si mismo.
El frío es persistente, un choque en su cuerpo. Sus ojos rojos e inchados por las constantes e inconscientes lágrimas que derrama.

Esta destruido otra vez.

Escucha el constante tono de llamada de su celular, un sonido muerto que hacía eco en el lugar.
Sus manos se aferran a la pared, intenta ponerse de pie y salir de la ducha para callar ese percistente y molesto sonido, pero la debilidad de sus piernas hace que resbale y caiga en el frío suelo.

El golpe en su cabeza lo deja con un pitido agudo en sus timpanos. Siente dolor pero el ardor es tan grande que sus ojos se cierran lentamente. Intenta no cerrar sus ojos, pero lo único que le permite seguir consciente es el sonido de la puerta del baño ser abierta.
Observa como un temeroso Soobin entra a la habitación, seguido de el está Hueningkai, quien habla por teléfono con una expresión de completa preocupación, mientras su no hermano de sangre, le habla, parecía gritar, pero no logra escuchar más que ese pitido.

Siente algo espeso caer por su columna y dirigirse al drenaje. Siendo ese color escarlata que observó el decadente para que cerrará por completo sus ojos.

Tal vez esperando su muerte.

Observaba fijamente el inerte cuerpo de la persona que ama

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Observaba fijamente el inerte cuerpo de la persona que ama... O a la persona que amo.

Soobin frente a el, derrama lágrimas en silencio, sin decir absolutamente nada. Con solo ver sus ojos se observaba la tristeza inundar estos.
Hueningkai, que está a su lado, sostiene fuertemente su mano, observando como el doctor negaba con una mueca.
Su corazón estaba paralizado, y es que nunca creyó que algo así sucediera.

Se sentía culpable, se culpaba por la muerte de Yeonjun.

Y justo cuando su mente se conecto nuevamente, fue cuando comenzó a llorar sin parar.

Gritos desgarradores salían de su garganta al observar como esa persona, estaba ya muerta.

Cuando se dió cuenta de que no era una ilusión, que todo si estaba sucediendo enrealidad.

Fue cuando su cuerpo no resistió y se desmayo...

Despertó con su corazón acelerado, su cuerpo sudaba y las lágrimas inundaban sus ojos. Observó su reloj en la mesita de noche.

4:26 AM.
Era de madrugada aún, pero no pudo evitar suspirar de alivio al ver que esa horrible pesadilla solo fue eso... Una pesadilla.

Estaba más que decidido que iba a hacer lo imposible por conseguir el perdon de Yeonjun. No importaba que perdiera, solo quería su perdón.

Se puso de pie, poniéndose sus pantuflas y caminando hacia la cocina. Tomo un vaso y sirvio algo de agua.

Solo fue hasta que bebía el contenido del vaso, que su celular sono.

Con el ceño frincido, tomo el teléfono que se encontraba en su bolsillo, observando el nombre de Kai en la pantalla.
Con un mal sabor de boca contesto. Sentía un mal presentimiento y es que Kai nunca le había llamado a esa hora.
Solo fue hasta que se puso el celular en su oido, que los sollozos se hicieron presentes.

— ¿Kai...?
— B-Beomgyu... Yeonjun está en el hospital, está muy grave y-y los doctores dicen que no hay muchas posibilidades de que...

Solo hasta esa palabra escucho, el mundo se paralizó un momento, sintió su cuerpo temblar y un nudo de espinas formarse en su garganta.

Con la poca voz que quedó pregunto:

— ¿Dónde están?

Cuando recibió la dirección, corto de inmediato la llamada, tomo el suéter del perchero y salió de su departamento, corriendo hasta llegar al ascensor, presionando el botón del primer piso y sintiendo la adrenalina como una ola de lava ardiente.

Una sensación horrible, que solo una noticia como la que recibió le podía provocar.
Corrió hasta la carretera, dónde detuvo el primer taxi que paso.
Le dió la dirección y en tan solo unos minutos, ya se encontraba en los pasillos del hospital, corriendo como un psicopata.

Riendo sarcásticamente mientas las lágrimas caian sin parar.

Riendo, intentando hacerse creer que todo era una mentira como en su pesadilla. Que tal vez era un sueño lucido. Pero nada de lo que creía era verdad. No cuando sentia esos sentimientos tan asfixiantes.
No cuando observó a Soobin arrodillado frente a una ventana de cristal, apoyando sus manos en esta y golpeando débilmente ese lugar, cómo observaba con sufrimiento a la persona que se encuentra del otro lado.

A esa persona.

Los cientos de aparatos médicos que rodeaban el débil cuerpo de Yeonjun, y los doctores haciendo miles de cosas que el no sabía de qué se trataba. Como la tez de Yeonjun era más pálida de lo normal.

Cómo un monitir enseñaba un pulso menor a treinta.

Algo realmente malo.

Y es que cuando su padre murió, el monitir mostraba al menos más de 40 pulsaciones por minuto.

El sabía que si el pulso era débil, el cerebro no recibía suficiente oxígeno, dando una hipoxia cerebral que deja como resultado un grave daño cerebral... O la muerte.

 O la muerte

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Errores?

¡Shut Porn! - yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora