4. ¿Es suficiente?

24 1 0
                                    

Desde que tengo memoria, no he sido exactamente experto comunicando mis sentimientos o necesidades. Al menos no en un ámbito fuera del deporte. En la cancha, quizás soy quien más espera de todos, porque soy quien más espera de mí. No me importa ser demandante si es necesario, aunque he arreglado un poco mi método para exigir cosas. Tratandose de Vóley, fue grato encontrar un balance adecuado.

Y aún así, es diferente comunicar lo que sientes en la cancha, a lo que sientes cuando sales de ella.

Quisiera que todo fuera tan sencillo cómo ordenarle a los rematadores el mejor lugar donde deben moverse. Pero no puedo ni siquiera crearme una estrategia propia. Estoy perdido cuando pongo un pie fuera del juego, ya no comprendo las señales ni me siento capaz de anticipar cualquier jugada.

Sólo me interesa saber hacia donde estamos corriendo tu y yo. Pero tampoco puedo preguntarlo.

Mis manos están sudando demasiado. Estoy tan frustrado conmigo mismo que sólo quiero correr y correr hasta llegar a casa, a mi casa en Miyagi, no regresar a ese estúpido hotel donde ni siquiera puedo pasar los últimos días de la nacional con Hinata.

Hinata. No pude decir ni la mitad de cosas que tenía planeado. En cambio, entro pánico diciendo cualquier cosa que empeore la situación. Si antes era un bache en el camino, mi boca lo transforma en un gran hoyo de carretera.

De sólo recordar los ojos sorprendidos de Hinata mientras su rostro se arrugaba por la cólera, una punzada de culpa me invade. No quería decir que olía mal, aunque tampoco es que me agrade ese olor.

—A la mierda Atsumu y su perfume de barato.

Claramente Hinata no era el problema. Hinata siempre huele a manzana (lo que es irónico considerando que es una mandarina) su cabello huele a ese jugo de manzana de cajita que tiene la máquina expendedora, cosa que nunca comprendí tampoco. Es dulce y suave, no es un olor invasivo, sino infantil. Algo me dice que Hinata sigue utilizando el mismo shampoo para niños de toda su vida.

—Probablemente Hinata y Natsu aún utilizan los mismos productos para el cabello. —Rio un poco imaginando a la familia Hinata de compras en el supermercado en la sección infantil buscando específicamente un shampoo de manzana.

A veces intento estar cerca para oler un poco su cabello, algo que jamás admitiría a la mandarina con patas. Me acerco con intenciones asesinas, sí, pero también el chico que provoca mis instintos homicidas, es el mismo que los calma. El cabello de Hinata es suave y huele a manzana. El cabello de Hinata es quizás la segunda cosa que más me gusta de él, aunque a veces me confunde su color llamativo.

¿Por qué es tan naranja? ¿Es normal eso?

Luego de sentir ese olor familiar, una sensación de tranquilidad viene a mi. Diría que, es de mis olores favoritos. El olor de Hinata nunca sería el problema.

Por otro lado el de Atsumu...

¿Es tan complicado no poner sus manos sobre él? Prendiendo así al más pequeño con su apestoso aroma, es irritante.

No es que Hinata sea de mi propiedad, ni su cabello por más que me pese admitirlo. Simplemente me hierve cada gota de sangre que corre por mis venas al revivir esa escena. Atsumu acariciando el cabello de Hinata, como si fuese suyo. No pude ver su estúpido rostro, pero no cabe duda que la satisfacción se veía por dónde fuera.

Maldición, no toques lo que no te pertenece.

Sólo el dios de la paciencia sabe cuánto me he contenido para no hacer lo mismo que él. Eso y otras cosas más.

Tampoco es tuyo.

Maldición.

Gotas gruesas de sudor resbalan por mi frente hasta mis mejillas. Desde que puse un pie fuera de esa habitación, el agotamiento llegó a mi de golpe. Desde ahí comencé a correr para quemar cada gota de rabia dentro de mi. No funcionó del todo, pero el ejercicio me ayuda a sentir otro tipo de cansancio al que estoy más acostumbrado. Prefiero correr ida y vuelta por Japón antes que presenciar esa escena de nuevo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Quiero cuidar de ti | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora