𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂ᴼʳⁱᵒⁿ ᴮˡᵃᶜᵏ

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ORION BLACK Abrió sus ojos apenas sintió un tirón mágico qué lo arrastraba, Con la respiracion agitada se levantó de un salto de la silla qué tanto conocía, Miro la biblioteca de su casa sonriendo al observar qué todo estaba exactamente igual a como lo había dejado, La muerte le había llegado en ese escritorio siendo evenenado por su esposa luego de la muerte de Regulus. Claro que no espero quedar barado en el conocido limbo junto a su hijo Regulus, no espero tener que depender de una adolescente para poder regresar.

Cuando la sangre cayó sobre su diario el hechizo se activo arrastrándolo nuevamente a la vida, A el y a Regulus.

Observó a la joven tendida en el suelo con una botella de Whisky de fuego rota a su alrededor y algunos vidrios enterrados en su brazo, Vio la herida en la frente de la chica y negó con su cabeza, la magia le dio una niña borracha a la que también debía de terminar de criar, Negó soltando un brusco bufido y se arrodillo junto a su esposa.

Era una cosita dulce, no podía negarlo, sus cabellos rizados y rojos, Tenía una expresión pasiva mientras dormia, No pudo evitarlo, También tenía un cuerpo llamativo, Orion tomo con delicadeza el brazo de la chica y con su varita lanzó algunos hechizos curativos, las heridas causadas por el vidrio roto se sanaron lentamente, y cuando lo intento con la herida en su frente esta se negó a cerrarse.

Así que tu me trajiste - Susurro acariciando la herida, Sintió rastros de magia oscura y frunció el cejo ¿quien se atrevió a maldecir a su esposa? Había algo antes de esa herida que fue eliminado por el ritual qué la chica realizo en su borrachera adolescente - ¿como te llamas pequeña?

La joven se remlvio ante el tacto en su herida y abrio lentamente sus ojos, Orion puede decir que quedo hechizado por esos ojos cafés - ¿sirius? - Orion frunció sus cejas ¿por que llamaba a Sirius? ¿Acaso ella era una aventura de su hijo? Le quitaría a Sirius nuevamente sus títulos si llegaba a ser así, esa niña ahora era su esposa, era suya. - ¿donde esta sirius?

Estoy aquí, cachorra - La chica se levantó tambaleante hacia Sirius y sollozo oculta en sus brazos, Gracias al vinculo Orion pudo sentir el gran dolor qué ella transmitía - Emma, hay cosas que tengo que explicarte.

Sirius no le quitaba los ojos de encima, parecía frío, incluso podría decir que se parecía a el, Una sonrisa surco en sus labio al pensar que su hijo al fin acepto donde pertenecía.

¿Quien es este hombres Sirius? - Pregunto la chica que tenia como Nombre Emma, un nombre agradable, muggle, pero agradable.

Orion Black, Tu esposo - Murmuró mirando a su hijo con una sonrisa, la expresión en el rostro de Emma fue digna de una fotografía sin duda alguna.

Conoces de rituales Emma, Los black somos poseedores de magia oscura y al parecer mi padre se vinculo a un objeto antes de morir causando qué solo una persona con el deseo de traerlo de regreso y un par de gotas de sangre pudiera vincularse con el y traerlo - Sirius explico sin quitar sus ojos de la chica, Orion sonrió orgulloso, era una gran azaña para un mago - el vínculo es de matrimonio Emma, Un matrimonio irrompible por magia de sangre.

Emma lo miro, parecía analizarlo antes de largarse a llorar nuevamente murmurando qué no quería un Charlie en su vida, Orion se sintió celoso sabiendo que no era el quien lo sentía si no los sentimientos implantados qué debía de expresar a su esposa.

Luego de casi toda una noche tratando de explicarle a Emma qué ahora era una bruja reconocida como una adulta, una mujer casada y que además era una lady importante del mundo mágico, Orion pudo dormir en su cama la cual estaba tan limpia como cuando se fue, Kreacher sin duda había hecho un gran trabajo.

A la hora del desayuno bajo a las cocinas encontrando a su hijo allí, Junto a un joven regulus qué parecía tan cansado como el, Un hombre de cabello graso qué suministraba pociones a Emma y otro hombre que lucia cicatrices en su rostro.

¿Por que no están en el comedor? - pregunto Orion con fuerza, Enojado de que la familia tuviera que pisar las cocinas.

¿Ahí un comedor? - Su esposa pregunto en voz baja, Orion le sonrió, llamándola a su lado con una mano, rápidamente y por instinto ella se acercó y el no dudo en posar su mano sobre la cintura de su esposa.

Una cosita dulce y apetitosa sin lugar a duda, La escaneo preguntándose como seria escuchar su nombre salir de esos pequeños labios.

Por supuesto que ahí un comedor, Dulzura - Sirius hizo una mueca de asco a la cual no le dio importancia - Te lo enseñaré, Emma.

Sacándola de la cocina, la guió escaleras arriba llegando frente al cuadro silenciador de Walburga qué los miraba con odio puro, Orion sonrió a su prima para empujar a Emma dentro de una puerta. Emma quedo fascinada Observando el gran comedor, una gran mesa de extendía en el centro de la habitación y había un gran ventanal cubierto por grandes cortinas.

Se que será difícil para ti - Orion hablo, viéndola abrir las cortinas dejando la luz solar entrar - Tener un esposo tan joven.

No es exactamente lo que quería, pero mi magia fue la que me guió - Emma hablo posandose frente a el.

No te amo, no te amaré, de eso no hay duda, para ti es Sirius lo más importante y para mi ahora son ustedes tres a quienes dejo proteger - orion sintió la calidez qué Emma transmitió a través del vinculo - Soy un hombre viejo cariño, un hombre antiguo, criado de forma distinta y mi padre me enseñó qué aun que no ame a mi esposa debo defender la y puedo sentir en tu miles de dolores causados por otros - Acaricio la venda qué cubría la herida de Emma - sentí la magia oscura aquí, desapareció como la marca de Regulus, pero estas metida en algo y mi deber es sacarte.

Emma lo abrazo con fuerza sollozando en su pecho, Orion rodó sus ojos pero poso una de sus manos sobre la espalda de la chica, Ahora quizás ella viera en el una figura de protección por que si de algo estaba seguro era que por más que odiara esto, se lo debía, la chica lo trajo de la muerte, era justo devolverle el favor.

No soy cruel gente, Cambie de opinión, actualizaré una vez por semana, dos si esta el tiempo.