TRAMPA PARA PADRES (A PARENTS TRAP)

JUNTOS Y UN POCO REVUELTOS

-Nueva York es hermoso en otoño, lo he dicho antes y lo diré siempre...

Loki respiró el aire fresco en aquella tarde midgardiana, alegrando los ojos con los colores propios de la temporada, las hojas tornando a tonos rojos, naranjas y amarillos, las frutas y dulces característicos y los vendedores de curiosidades, juntos a artistas callejeros que llenaban de vida, ruido y movimiento esa parte del hermoso Parque Central.

-¿Quieres una manzana con caramelo?- preguntó Einar a su padre, ofreciéndole la fruta bañada en dulce.

El pelinegro la tomó con verdadero antojo, y sin más, le dió una mordida, saboreando el bocado con deleite. Cerró los ojos y alzó el rostro, feliz de estar de regreso en aquel mundo en el que había sido exiliado una vez y después, que fue su hogar durante su matrimonio con el hijo de Odín... a su mente regresaron, junto al sabor de la manzana y el caramelo, los sonidos de la risa potente y desparpajada de Thor, cuando ambos mordían al mismo tiempo la golosina y después, abrazados, muy juntos, continuaban paseando y sintiéndose dichosos, caminando entre la gente por horas, viviendo en un sueño en el que sólo eran ellos dos, y cuando se cansaban de vagar entre los puestos y los jardines, terminaban sobre la cama, enredados, piel a piel, prodigándose todo el amor que guardaban sus corazones.

-Una vez comí esta fruta con dulce... no recordaba lo sabrosa que es, casi puedo decir que sabe mejor que las manzanas doradas de Idunn- dijo, intentando ahuyentar los recuerdos nostálgicos y vivir el presente únicamente para sentirse dichoso al lado de su adorado varón- Vamos a apresurarnos, Einar, entre más pronto lleguemos al departamento de tu padre, más pronto veremos a Elynn...

-Sí, papá...- afirmó Einar, saboreando de antemano el plan que ya tenían fraguado él y su hermana.

Justo en ese instante, un servicio de taxi llegaba a las puertas del lujoso edificio de departamentos que se encontraba frente al majestuoso parque. Del automóvil descendió una mujer menuda, esbelta, de largo cabello castaño, que de inmediato llamó al portero solicitando ayuda para llevar dentro las bolsas de su compra. Del lado de la calle, con un poco de imprudencia, bajó su acompañante, un hombre alto y rubio, que vestía ropa informal y llevaba su largo y solar cabello atado en una coleta.

Los agudos ojos verdes de Loki, se dieron cuenta de la llegada del taxi, reconoció que el edificio era justamente el mismo que buscaban y el hombre rubio era, ni más ni menos, que Thor. Y aunque estaban cada uno de lado a lado de la calle, como imanes poderosos, sus miradas se encontraron entre el tráfico y las personas, Loki, pensando que su ex esposo lo estaba ya esperando, tomó valor y sonrió levemente, limpiando con su pulgar un pequeño trozo de dulce de sus labios, mientras inclinaba un poco la cabeza, haciendo que un mechón de azabache le cubriera parcialmente la frente hasta el pómulo. Loki pasó su cabello detrás de su orejita sonrosada y a Thor se le cayó la presión sanguínea hasta el suelo... ¿Qué clase de visión maravillosa era aquel hombre alto, esbelto, de piel nívea y cabello negro? ¿Era quien estaba pensando que era? Simplemente tenía que acercarse y tocarlo, confirmar que no era una alucinación. Dió un paso para cruzar la calle, aunque un automóvil se lo impidió, haciendo sonar el claxon para que el imprudente rubio se detuviera. Jane, su acompañante, se apresuró entonces a halarlo del brazo, llevándolo con ella hasta la acera y colgándose de su cuello, mientras reía divertida y le decía en voz bajita: "Ah, no... ni pienses que me harás viuda justo una semana antes de nuestra boda, eres el hombre más despistado del universo, querido."

Thor reaccionó a la voz de la mujer, dejándose entrar al edificio, mientras volvía a mirar a Loki, que se le había perdido entre la multitud, se apresuró a subir con su pareja todas las compras, impaciente por encontrar un pretexto y salir a buscarle. Jane le proporcionó la oportunidad cuando mencionó que estaba cansada, así que tomaría una ducha y se recostaría unos minutos en la alcoba.