En los más profundos de sus recuerdos, una bella escena se hizo presente en su mente.
–¡Papá!, ¡Papá!, ¡Papá!, ¡Mira, mira!
–Ahora no, Ranpo.
–¡Waaaa! Quero un cocolate.
–Lo compraré cuando aprendas a decirlo de la manera correcta.
–¡Cocolate!, ¡Crocolate!, ¡Clocolate!
Cerró sus ojos, al igual que el libro de recuerdos. Una leve sonrisa aparece y engrandece lentamente, como cualquier padre cuando recuerda y remonta a los años en donde sus hijos pequeños tienen menos conciencia en sus actos y más inocencia en su pensar.
Aquel libro de fotos, lleno de recuerdos que solo causan alegría en su ser, lo dejó apoyado sobre la mesa con delicadeza. Abrió los ojos y visualizó a un Ranpo con menos de cinco años, intentando decir correctamente los nombres de sus dulces y platos favoritos. Pronto, su mente extrajo de sus recuerdos más bonitos a una Yosano de nueve años, llorando de felicidad al ver su botiquín de la doctora juguetes, en su cumpleaños.
Es la misma casa, donde hace más de veinte años que se instaló allí, obviamente con sus dos hijos. Pero ahora, uno de ellos estaba a punto de irse.
––¿Sigues mirando el álbum de fotos? Te dije que eso iba a ponerte sentimental.
––No digas más. No sabes lo que se siente que tu hijo se marche de casa.
––Ya hablamos de eso. Además, tú no dejaste de insistir en que me mudara a menos de diez cuadras de aquí.
––¿Y porque irse de casa? Mejor él se hubiera mudado aquí.
––¡Papá!, Ash... ¡Me voy a casar! Y voy a vivir en el mismo techo que mi futuro esposo.
––¿Cuántos años tienes? Todavía eres muy joven.
––Tengo 25 años.
––¡Espero y pienso que no estés preparándote para tener hijos a tan corta edad!
––¡Papá, basta!
Ranpo ya estaba harto de los innecesarios momentos que volvía a recrear con su padre con aquella charla. Al momento justo en que ambos iban a finalizar con el tema, se presentó la última integrante faltante de la pequeña familia. Ella acababa de preparar el vestido que iba a usar para la gran ceremonia y celebración que sería la boda de Ranpo Edogawa, su hermano.
––¿Siguen discutiendo por eso? Parecen disco rayado. Por cierto, ¿Ya tienes todo listo para mañana? La boda de tu hijo es un evento que solo se vive una vez en la vida.
––Si tu hermano sigue tratándome así, no le daré mi bendición.
––Cuando Edgar me lo propuso tú estabas de acuerdo. Además, desde hace años que lo conoces.
––¿Cómo no conocerlo? Cambiaste de forma drástica cuando te enamoraste de él.
––¡Oooh!, Lo recuerdo... Parecía que te ibas a cambiar hasta el nombre para llamar su atención. ¡Que nostalgia! Creo que se lo diré a todos en el almuerzo, después de que estén oficialmente casados.
El teléfono sonó. Ranpo contestó y salió corriendo de la casa. Su hermana menor y su padre no tuvieron reacción de sus movimientos repentinos, solo vieron y recordaron los viejos tiempos. Ciertamente, Yosano se propuso que les contaría, a todos los presentes en la boda, anécdotas de cuando Ranpo era adolescente y cambió por un chico, su actual pareja.
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Adolescencia- Ranpoe
FanfictionAntes de ser un adulto, uno es joven. Después de ser un bebé, uno es niño. Como todo ser humano, Ranpo pasó por todas esas etapas. Pero la que disfrutó más, fue la del medio: "Adolescencia". Y su familia lo recuerda como una anécdota graciosa, que...