¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los días lluviosos siempre le recordaban el día en que London conoció a Aralia Legnar.
Aralia era más que una amiga para ella, era su alma gemela. Aquella persona por la cual haría lo que fuera y sabía que a pesar de que ahora no mantuvieran contacto, Aralia haría lo mismo, por eso se arrepentía de haberla dejado y tenia miedo de perderla, sabia que había arruinado su amistad.
—Extraño a Ara... —confeso London a Dick, mientras el conducía.
—Alfred me dijo que había comenzado un viaje por todo el mundo.
—No sabia... —murmuro ella haciendo un puchero y por el retrovisor pudo ver como Rachel dormía—. Rachel me recuerda a Ara. ¿Recuerdas cuando la lleve a la mansión Wayne?
—Claro que lo recuerdo. —contesto él con una sonrisa—. Aunque siempre he creído que me odia.
—¡No te odia! —London reprimió una risita y miro a Dick—. Bueno, solo un poquito.
—¿Pero por qué?
—No lo se... —London si sabia la razón, Aralia pensaba que, lo que London sentía por Dick algún día la iba a terminar destruyendo. Y ella sabia que sentía un apego hacia Dick, pero no podía evitarlo. Sus sentimientos eran mas fuertes, siempre lo habían sido.
—¿Quieres desayunar algo? —pregunto Dick, viendo que mas adelante había una cafetería.
—Si, muero de hambre. —Despertaron a Rachel y entraron a la cafetería, donde inmediatamente una mesera llego a tomar su orden.
—¿Quieres un chocolate o algo? —Le pregunto Dick a Rachel.
Ella miraba por la ventana, con una expresión seria. —Solo café. Negro.
—De seguro tienen malvaviscos.
—No soy una niña ¿Si? —protesto Rachel y miro a London en busca de ayuda.
—Déjala en paz, tonto Grayson. —London le guiño un ojo a Rachel—. Si quiere tomar café, esta bien.
—Bien... —murmuro Dick, sabiendo que no podría ganar una discusión con London—. Lo mismo para la señorita.
