Falling for the Leclerc's [ES]

40. Dos Veces

pov Charles

"Se ha ido."

Me giro a mirar a Arthur, sin querer creerme lo que me acaba de decir.

"Tenía que irse... o hubiese perdido su vuelo."

Yo niego con la cabeza, sin querer creérmelo.

Me doy la vuelta y camino hacia el garaje, mientras intento quitarme el casco.

"¡Charles! ¿¡A dónde vas!? ¡Tienes que dar la entrevista!" grita Arthur detrás de mí pero lo ignoro.

De repente ya no me siento tan bien.

La quería aquí, conmigo, pero se fue.

Una vez consigo quitarme el casco, empiezo a correr hacia el garaje. Los fotógrafos y periodistas me seguían, pero no me paré ni una sola vez.

"¿Grace?" grito cuando llego al garaje, pero no obtengo respuesta.

Me paso la mano por el pelo, y juego con mi pulsera, tratando de mantener la calma pero fracasando estrepitosamente.

Miro a todos lados, como si ella fuera aparecer de repente pero está claro que no está aquí.

Entonces encuentro una nota.

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Querido Charles,
El último mes ha sido increíble y ha estado lleno de tantas emociones, que jamás pensé que volvería a sentir. Gracias por recordarme lo que se siente estar enamorado... y también por todo lo demás.
Con amor, Grace.
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Llevo la carta hacia mi pecho, en mi corazón, mientras intento pensar.

A lo mejor si me voy ahora, podré llegar antes de que se vaya.

Rápidamente corro hasta mi habitación, cambiándome de ropa y cogiendo las llaves de mi coche.

Mi mente es un desastre pero corro hasta mi coche, quedándome sin aire por el camino.

"¡Charles! ¿Estás loco? ¿A dónde te crees que vas?" me grita mi jefe de equipo cuando me ve corriendo en dirección contraria al podio.

Él empieza a seguirme.

"Me tengo que ir, ¡Es importante!" le digo llegando a mi coche.

"¿Más importante que celebrar tu victoria en la carrera?" pregunta él confundido.

"Cien veces más importante." digo y arranco el coche para irme al aeropuerto.

Conduzco por las calles de Miami, sin importarme que estoy yendo sobre el límite de velocidad.

Reviso mi teléfono.

Son las 19:14.

El vuelo de Grace sale a las 19:30.

Todavía tengo tiempo.

Conduzco prácticamente sin pensar, y sin estar completamente seguro de que estoy yendo en la dirección correcta. Empiezo a estresarme cuando creo que me he pasado mi salida, pero me calmo cuando veo el cartel que me indicaba que casi llegaba.

Pego un frenazo aparcando cuando por fin llego al aeropuerto.

Corro como loco por todo el aeropuerto, casi tirando a un chico al suelo.

"Perdón" digo, tratando de pasar entre toda la gente que caminaba en la dirección opuesta.

No sé ni dónde estoy ni a dónde voy, entonces me paro un momento y me fijo en los carteles.