A veces, cuando me siento frustrado, nervioso, ansioso o algo por el estilo, salgo a dar largos paseos por la noche. Desde que era pequeño me tranquiliza bastante. El sonido del viento moviendo las hojas de los árboles, los grillos cantando, y nada más. Solo eso.
Caminé durante horas, pensando en cómo convencer a Elton. Sabía que estaba mal forzarle a algo así, pero de verdad que necesitaba ese dinero.
Elton ha sido mi amigo toda la vida, y aunque llevásemos tantos años sin vernos, cunado nuestras miradas chocaron de golpe hace un par de días, me recordó lo bien que conectamos, y de verdad que no quiero arruinar nuestra amistad solo por un poco de dinero...
Caminé durante más tiempo, pero esta vez intentando hacer tiempo, dejando que los minutos pasaran para no tener que ver a Elton. No tenía claro si debía hacer caso a mi mente diciéndome que mi madre me necesita, o a mi corazón recordándome que no es la manera mas limpia de conseguirlo.
Había pasado mucho tiempo desde que me fui y no volví, creo que ya era hora de volver a la habitación. Con lo que duerme, seguro que Elton estará dormido.
Saqué las llaves de mi bolsillo con las manos temblorosas, las introduje en la puerta para abrirla y al poner un pie en el cuarto, levanté la mirada y vi como los unos ojos azules se abrieron al mismo tiempo que se ponía en pie.
—Sam lo siento mucho de verdad...— dijo en voz baja y se acercó a mí. Yo seguía en la puerta, así que este la cerró por mí, y se situó justo enfrente mío. —No hables, déjame decir algo.— Asentí a su petición y agaché la cabeza, intentando ocultar mi rostro avergonzado. —Me siento super mal por lo que ha dicho mi padre. No se porque lo ha hecho, de hecho, cuando de pequeño estaba con amigos y me acercaba mucho a ellos siempre me pegaba y me llamaba maricón, no entiendo porque este repentino cambio. Quiero que sepas que no sabe absolutamente nada de mi vida, y que no le voy a ayudar con su estúpida campaña, más que nada porque vas a sentirte muy incómodo, y es lo que menos quiero.— terminó de decir e imitó lo que yo hice, agachando la cabeza también, pero yo ya había alzado la mirada hace un rato.
—El...—le cogí de la barbilla haciendo que sus ojos volvieran a encontrarse con los míos.
—No me importa tu padre, eres tú quien es mi amigo. Tu padre ha hablado conmigo cuando te fuiste, dijo que mañana vendría de nuevo para que le hiciéramos saber nuestra decisión. Creo que primero debemos escuchar lo que tiene que decir, antes de tomar ninguna decisión, ¿De acuerdo?— Elton me miró con cara de asombro, supongo que no se esperaba esa respuesta, y sinceramente yo tampoco. Tenía intención de convencerle para que aceptara ser mi novio falso para poder ganar esa gran suma de dinero, sin embargo, hice todo lo contrario, no sé por qué, ni cómo.
Supongo que no me parecía honesto hacerlo de esa forma.
Elton acortó la distancia que había entre nosotros apoyando la parte baja de su mandíbula en mi hombro y rodeándome con sus brazos, haciendo un esfuerzo para estar a mi altura.
Me encanta abrazar a El. Desde que éramos pequeños, y se que va a sonar raro, cuando le abrazo siento una calma intensa apoderarse de mi cuerpo. Se le da muy bien dar abrazos, además, cuando lo hace, se ve la sinceridad en este.
Rompí el abrazo y le dediqué una sonrisa con la misma sinceridad con la que él me había dado el abrazo. Me la devolvió.
Me acerqué a mi armario. Me quité la camiseta que llevaba puesta, y lo mismo con los pantalones y los intercambié por un pijama. Me tumbé desesperado en mi cama, llevaba mucho tiempo caminando y estaba exhausto.
—Oye, perdona— Me di media vuelta rodando sobre mi cama para quedarme de frente a la cama de mi amigo. Le miré con una mueca confusa. —Perdona por no haberte dicho lo de mi padre, eso de presidente y tal. Es que no me gusta que la gente lo sepa— dijo de nuevo, agachando su cabeza.
ESTÁS LEYENDO
¿QUE ES LO QUE NOS PASA?
RomanceSamuel es un chico moreno de pelo rizado, literalmente es un pivón, y hasta que salió del armario a los 13 años, era el crush de todas las chicas. Desde que tiene uso de razón, Samu recuerda haber ido a un campamento todos los veranos hasta que cump...